El primer atropello mortal de un coche autónomo desata una histeria mediática desproporcionada
El 19 de marzo, hacia las 10:00 de la noche en Tempe (Arizona), uno de los Volvo XC90 autónomo que Uber utiliza para pruebas, atropelló a una mujer de 49 años que cruzaba por una zona no señalizada como paso de peatones, con resultado de muerte. A pesar de ser un coche autónomo, el vehículo lo llevaba una conductora de 44 años, que iba al volante, pero no logró impedir el mortal atropello. Uber ha interrumpido sus pruebas con coches autónomos. La noticia está en primera página de un montón de periódicos de todo el mundo y se empiezan a alzar voces cuestionando esta tecnología, que tiene el potencial de cambiar nuestras ciudades y nuestras carreteras y salvar miles de vidas en todo el mundo. Este hecho parece una muestra muy ilustrativa de la histeria latente en buena parte de la humanidad ante un cambio tecnológico tan rápido que es difícil de encajar.