El beso de Rubiales como síntoma de un clamoroso desfase mediático

¿Tiene sentido? Como profesional del periodismo debo decir que ninguna. El directivo de una importante institución deportiva merece una repulsa unánime y la ha obtenido. Además de ser un idiota es un repugnante machista.

Dicho esto, debo añadir que los cientos de medios de todo tipo que se han hecho eco hasta la nausea de esta dudosa noticia se equivocan y vulneran los principios del periodismo de calidad. ¿Merece de verdad este despliegue? ¿Tiene sentido? ¿Es indicativo de algo importante y actual?

En mi opinión, sí es síntoma importante y destacado del deplorable estado de confusión y pérdida de orientación de una gran parte de los medios de comunicación hegemónicos. El tema no es simplemente anecdótico, es lamentablemente elocuente. Demasiados medios, ni mucho menos todos, se han dejado llevar por una especie de corriente de opinión pública que no es verdadera opinión, solo opinión publicada. Mal publicada.

Los profesionales de los medios, cualquiera que sea su especialidad, harían bien en reflexionar al respecto. Los medios de la sociedad digital no deben dejarse llevar por las nefastas corrientes de las redes sociales y sus corifeos. Es hora de reivindicar el periodismo que fomente aquellas informaciones indicativas y sintomáticas de la sociedad actual, con sus vertiginosos cambios. No de los restos execrables de lo peor de la sociedad analógica. Rubiales hace tiempo que no es noticia.