Duque ha compaginado la vida académica, divulgativa y política, poniendo un gran énfasis en la necesidad de España de innovar e investigar, pues España debería ser un país pionero en este sector. En concreto, la actividad espacial representa en nuestro país un 1 %, una cifra relativamente baja. Duque apuesta por la financiación público-privada, pues así es como nació Hispasat hace 35 años. En el ámbito de la comunicación y el periodismo, el TDT supuso una revolución; en el sector comercial, el delivery en la compra online se ha optimizado gracias a que los satélites ayudan a los camiones de reparto a seguir la ruta; en el sector alimentario, la normativa coincide con los parámetros de seguridad alimentaria de la comida que se manda a los astronautas; en el sector tecnológico, está la miniaturización de ordenadores. Por supuesto, hay que hablar del auge del interés por el turismo espacial.
Son tantos los aportes de la ciencia y la tecnología en la mejora de la calidad de vida de los seres humanos, que no podemos dejar este sector abandonado, porque entonces, otros países nos sacarán ventaja. En la actualidad, Starlink (de Space X), es la empresa estadounidense más conocida por el lanzamiento de satélites de Internet desde 2019, los cuales brindan un servicio más rápido y de cobertura mundial. En Europa, el Sistema Galileo es un ambicioso proyecto de radionavegación y posicionamiento por satélite desarrollado por la Agencia Espacial Europea (ESA). Su objetivo es no depender del GPS o GLONASS. Otro proyecto con marca europea es Iris2, que se prevé implantar en 2027 y tiene por objetivo brindar servicio a agencias gubernamentales y servicio comercial a entidades privadas. Sin duda, existen muchas restricciones aún: políticas, legislativas, económicas, incluso, “peleas”, como apunta Duque. Lejos de imaginar que Elon Musk o cualquier otra persona particular deba ser objeto de críticas, las conversaciones se llevan a cabo a un nivel superior, es decir, nacional.
Duque señala que es más importante profundizar en el sistema y encontrar los fallos de origen, como el protocolo, alguna norma o la manera de implementarlas. Y una vez analizados, no repetir los errores. El problema es que vivimos en sociedades muy tendentes a la culpabilización y la lucha de egos y, ahora más que nunca, hay que trabajar en equipo y como país. España es un país con un gran talento y las condiciones para los astronautas son rentables, pero hay que trabajar más en i+D, en presupuestos y en fomentar las carreras relacionadas con la ciencia, tecnología e innovación (STEM).