Ahora bien, un director de su talla creativa, me atrevo a decir que se quedaría corto, a pesar de su capacidad descriptiva, de poder construir un relato de dos horas y media de duración, pero no hablando de las sociedades de los 60, o los 70 o los 90. ¡No! Solo reflejar la sociedad global de 2024.
Creo que si Stanley Kramer (1913-2001) se levantara de su tumba, decidiría rápidamente cambiar de profesión, porque comprendería que no hay palabras, ni imágenes, ni relatos ni nada que pueda soportar una historia, como la que estamos sufriendo hoy día. Y digo sufriendo, porque los muertos de Ucrania y de Gaza para las personas normales de todos los países que somos la mayoría, los sufrimos…nos duelen…nos impactan las imágenes de los telediarios…nos produce impotencia.
Los contrastes y los sinsentidos
A veces nos cuesta a los ciudadanos que tenemos el privilegio de vivir en el primer mundo, en una sociedad evolucionada como es la española, hacernos cargo de cuál es la situación de tal o cual país. Nos lo relatan los presentadores de los informativos durante la semana y los fines de semana, pero hoy día tenemos herramientas más rápidas aún, como son nuestros dispositivos móviles que nos están dando información en tiempo real que seguramente varias horas después abrirá algún noticiario.
O sea, que contamos con una gran ventaja…somos una sociedad formada y bien informada. Somos europeos y debemos sentirnos orgullosos de serlo. Pero no podemos entender y menos comprender la sinrazón de tanta barbarie.
¿Es que nadie va a parar esta locura? En realidad, una auténtica carnicería, después de que ayer una bomba israelí matará a 45 personas en un campo de refugiados. Esto sí que es un sinsentido absoluto, que degrada la condición humana poniéndonos a toda nuestra especie como la única depredadora de este hermoso planeta. Y la peor noticia es que no tiene visos de que esto pare en breve ni las masacres de Gaza ni los muertos de Ucrania.
Pero las noticias malas siempre tienen contrapartida, por ejemplo, que, a pesar de tantas denuncias de la Comunidad Internacional, de la intención de la Asamblea de Naciones Unidas de lograr un alto el fuego en Gaza, que no se logra por el derecho de veto de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad, toda esta locura no es óbice para que, justamente sean los países más importantes del mundo, caso Estados Unidos, Rusia, China, India y Reino Unido lo que tienen en este orden, los ejércitos más importantes del mundo. Por tanto, amplísimos presupuestos de defensa y que además sean los fabricantes de todo tipo de armas de destrucción masiva. Cada vez más inteligentes y más destructivas.
Irán e Israel, fuerzas idénticas
Tras el ataque efectuado por Irán sobre Israel, es de interés creciente saber en qué posición se encuentran ambos países en este ranking. Y, casualidad o no, sus fuerzas son realmente parejas: Irán ocupa el puesto 17, mientras que Israel se encuentra en el puesto 18.
Dicho así de simple es como jugar con fuego. Hay un dicho coloquial muy de uso en Iberoamérica que al referirse a una situación de peligro (en cualquier circunstancia, pero especialmente de seguridad) dice que “esto es como darle una ametralladora a un chimpancé”, porque de seguro que lo que haya a su alrededor, no quedará nada en pie.
¿Pero esto lo convierte en malvado? Desde ya que no, pero es una buena metáfora de que ante cualquier error que se produzca en el tablero mundial de ajedrez geopolítico y geoestratégico, puede desencadenar en un conflicto mayor al que se tiene en la actualidad. Lo que sucedió con el ataque primero de Irán a Israel y la respuesta de Israel a Irán días después, que no pasó a mayores, no hubo escalada, pero es un movimiento más de una ficha del tablero que asume, como en el juego ciencia, otra nueva posición. Y con frecuencia, los ciudadanos normales nos olvidamos o peor aún…desconocemos los últimos movimientos, creyendo que la gravedad de una determinada situación es de un determinado nivel de complejidad, cuando en realidad es de otra mayor.
Lo peor de toda esta locura (insisto en la palabra locura porque es justamente lo que significa…perder el juicio…o la consciencia…de lo que se hace), es que los ciudadanos de cualquier latitud, sean de países ricos o pobres, terminan acostumbrándose a tanto muerte y destrucción y ya se toma como algo normal, como cuando durante la peor curva de mortandad del Covid-19, nos informaban desde la dirección de la coordinación de la pandemia, la cantidad de muertos en ese día. Lo terminamos asimilando, porque el ser humano se acostumbra a todo.
Pero la pandemia que se llevó por delante millones de personas en todo el mundo, era un hecho extraordinario que no fue propiciado por ninguna dirección política de un país que decide invadir a otro soberano, ni de un grupo terrorista que decide dar una lección a Israel sabiendo que si algo caracteriza a los israelíes es aplicar el “ojo por ojo”.
Espero que prevalezca la cordura, a pesar que estamos muy decepcionados de que sea justamente el sentido común el que se mantenga en la mente de los líderes mundiales.