Así lo ha desvelado Tim Davie, director general de la corporación británica, durante un encuentro con la Royal Television Society. Aunque no ha dado detalles sobre el plan, se especula con que la BBC podría concentrar sus diferentes señales de radio y televisión en una plataforma digital como la que ya tiene, y que serviría para sustituir definitivamente a las emisiones por canales tradicionales. Además, sería la primera corporación de radiotelevisión pública en dar un paso tan significativo, en lo que se puede considerar un movimiento repleto de incógnitas.
Licencias ¿libres?
Por un lado, el cierre de las señales tradicionales dejaría espacios libres en el espectro radioeléctrico. Si tomamos el caso de Radiotelevisión Española, el ente público posee frecuencias de radio y televisión que, en caso de llevarse a cabo un movimiento similar, pasarían a quedar a disposición de otras compañías, en su caso privadas. Otra alternativa sería alquilar estas frecuencias, como hacen algunas compañías privadas que también disponen de licencias en propiedad no explotadas por ellas mismas.
En todo caso, el movimiento de la corporación británica produciría un tsunami mediático en Reino Unido, toda vez que su audiencia por canales tradicionales está muy envejecida (60 años de media en el caso de BBC One) y las nuevas generaciones apuestan por ofertas no tradicionales para informarse y entretenerse en el ámbito audiovisual.
Además, la BBC reduciría su poder mediático global si desapareciera de las ofertas de televisión de pago de otros países, dado que es poco probable que esos ciudadanos buscasen voluntariamente esas señales descargando una app o accediendo específicamente a una web. Habrá que esperar a ver si el movimiento llega a consumarse, ya que, quizás, en la década de 2030 ni siquiera exista la televisión tradicional y este anuncio no sea más que el preámbulo de lo que será moneda común.
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