En el día Internacional de la mujer queremos a una Tatiana, o Anika o Irina como presidenta de Rusia

¿No te parece que ya es hora de que el mundo reconozca los beneficios de las mujeres en el liderazgo y se comprometa a colocar aún más mujeres en posiciones de poder? ¿Por qué digo esto? Porque aún es insuficiente la muestra (en términos estadísticos) de la cantidad de mujeres que están en posiciones de liderazgo. Este déficit lo estamos pagando todas las sociedades y todos los países.

Las mujeres líderes y su poder

¿A qué tipo de poder nos referimos? Desde ya que al que ellas han demostrado, porque si algo destacado han sido en los últimos años es ser poderosas agentes de cambio. Y esto sin duda, ha sido uno de los grandes beneficios para la sociedad global, pero además ha tenido un gran alcance para ir ganando en las largas e interminables batallas en los que la mujer viene librando la lucha en favor de la diversidad y la paridad de género en el liderazgo y la toma de decisiones. Menos mal, que cada vez hay más hombres que finalmente reconocen la eficacia de la mujer en todos los ámbitos en los que actúa.

Pero aún así, el nivel de representación de la mujer sigue estando muy por debajo de lo que puede considerarse como nivel óptimo, tanto en la política, como en los negocios y en todo tipo de actividad.

Pruebas al canto

No solo las mujeres promueven la justicia y la igualdad de género, sino que se han convertido en una pieza clave de la sociedad para promover el progreso económico, social y político para todos. De ahí que cuando tienen un buen nivel de representación, sea en la política, en las organizaciones, o en cualquier actividad cultural, deportiva, etc., que se nota en la presencia en los parlamentos, tribunales, consejos de administración, etc., la probabilidad de que sus decisiones sean más inclusivas y flexibles, abiertas a otras posibilidades y opiniones, se agiganta. Habrá más transparencia, comunicación más directa y una fuerza empática que facilita el trabajo del día a día.

También los datos no engañan, ya que todos los países con una mayor integración de la mujer en la sociedad, con una mayor proporción de mujeres como máximas responsables de la toma de decisiones en las legislaturas y a cargo de empresas, son las naciones que ostentan los niveles más bajos de desigualdad de ingresos.

La experiencia de los últimos treinta años nos demuestra, que los acuerdos de paz tienen un 35% más de probabilidades de durar al menos 15 años si las mujeres líderes participan en su creación y ejecución.

¿Cuál es el camino más idóneo para las sociedades actuales respecto al liderazgo efectivo de la mujer?

Es evidente que en la medida que la ecuación se equilibre (porque de hecho sigue estando muy desequilibrada en favor del hombre), de manera de poder elevar a las mujeres hacia puestos de responsabilidad en la toma de decisiones, terminará beneficiando a la política, las empresas y las comunidades. Pero no seamos ilusos: esto no va a ocurrir de manera natural. Hay que tomar acciones para forzar que el cambio que ya se está vislumbrando y con buenos resultados, cada vez que una mujer asume una posición de responsabilidad, se facilite realmente su participación con el apoyo de gobiernos, corporaciones, ámbito académico, ONG’s y en general todo tipo de ente con la finalidad de que se haga un reparto equitativo de poder en el liderazgo. Que se le apoye y no se le critique por criticar, que también esto lo vemos a diario. Este cambio en la medida que lo aceleremos tendrá beneficios incalculables:

- Por ejemplo, en la mesa de negociación que durante estos días se ha llevado a cabo entre Ucrania y Rusia, no había mujeres.

- Y para que esto suceda hay que comprometerse desde todas las instancias y estamentos con la paridad de género en el liderazgo.

- Hay que implementar leyes y reglamentos que garanticen un entorno seguro y abierto para la participación y el liderazgo de las mujeres.

- Hay que hacer un gran esfuerzo inversor en la formación, así como el desarrollo de servicios públicos y programas que permitan a las mujeres tener éxito como líderes.

- Habilitar y apoyar a las organizaciones y movimientos de mujeres.

- Cambiar la narrativa sobre las mujeres en el liderazgo y confrontar los impulsores socioculturales de la desigualdad de género.

Queda mucho trabajo por hacer. A todas las mujeres les felicitamos por su valiosa contribución a la sociedad desde el momento en que se han ido sumando – con gran esfuerzo personal- a puestos de gran responsabilidad en la toma de decisiones. También les pedimos que este día sirva de impulso y apoyo a sus contribuciones futuras, porque como hemos dicho en el título de mi aportación de hoy, “en el día Internacional de la mujer queremos a una Tatiana, o Anika o Irina como presidenta de Rusia”