La decisión, como todas las del gigante californiano, ha generado una enorme cantidad de comentarios. Muchos de ellos tienen que ver con la posibilidad de compartir esta categorización a través de la nueva red social Google+, con el objeto no sólo de alardear de estar informado, sino de entrar en competencia con otros contactos por ser la persona que está más a la última. Blogs de renombre, como esta entrada de TechCrunch, consideran que la creación de las insignias infantiliza una actividad intelectual.
Como en anteriores ocasiones, la iniciativa de Google posee una relevancia que va más allá de la mera réplica de la fórmula de negocio que instauró con éxito Foursquare en su red social de registro de negocios y locales. La concesión de medallas a los lectores de noticias más activos tiende a mejorar la segmentación del público, ya que las insignias estarán divididas por temas: política, deportes, internacional, economía... Este avance permite mejorar la experiencia de su agregador de noticias, cuya calidad de indización ha recibido numerosas críticas.
Pero no sólo eso, los algoritmos (secretos, cómo no) que rigen la concesión de puntos por noticia leída puede convertirse en una potente arma para establecer qué noticias puntúan más y proporcionan más prestigio en la Red. ¿Valdrá lo mismo leer la noticia en un periódico americano que en uno argelino? ¿Tendrán el mismo valor las informaciones de las empresas de comunicación que los blogs de aficionados? ¿Será igual leer una reseña recién aparecida que una noticia antigua? De momento, las preguntas no tienen respuesta, pero los responsables de los periódicos de todo el mundo ya están en alerta frente a una innovación que puede complicarles aun más su existencia en la Red.