Los coches de combustión, diesel o gasolina, son “chatarra”, por mucho que los fabricantes traten de disuadirnos de lo contrario. Ya sabemos que los fabricantes de automóviles tienen una pesada herencia de sobrecapacidad fabril y estructuras anquilosadas, pero los gobiernos do deberían utilizar dinero público para prolongar su agonía, eso es dilapidar sin sentido. Por supuesto que hay que atender el problema de los trabajadores de Nissan, por ejemplo, claro que sí. Pero Nissan debería reconvertirse al coche limpio y autónomo. Y sus directivos lo saben o deberían saberlo. Ya sabemos que no es tarea fácil ni barata. Pero el sector del automóvil ha vivido demasiadas décadas en una especie de sopa boba, con innovaciones muy escasas y falta de visión.
Lo que pasa en el automóvil sucede también en otros muchos sectores. La prensa y los medios de comunicación, por ejemplo. La actual pandemia del coronavirus, el covid-19, ha acelerado extraordinariamente la digitalización, la ha adelantado al menos en cinco años. El teletrabajo colaborativo ha llegado para quedarse, aunque tendrá que irse adaptando a diferentes escenarios y tareas, con fórmulas híbridas a ciertos casos. El periodismo, por ejemplo, se adapta muy bien al teletrabajo, lo ha demostrado en estos meses. Se acabaron las grandes redacciones presenciales. Todos los periodistas, infógrafos, diseñadores, técnicos de datos, etc. deberían agruparse por áreas idiomáticas. Y el español, tienen en eso un gran ventaja. ¿Cuántos profesionales de los medios trabajan con el español como lengua vehicular? Una posible cooperativa de periodistas y profesionales de medios en español administrada por blockchain tiene todo el sentido del mundo. ¿A qué esperamos?