Prensa, radio y televisión se desesperan ante la constante caída de jóvenes como usuarios de sus medios. Pero existen fórmulas para llegar a los jóvenes sin tener que sacrificar el negocio tradicional.
La travesía de los medios por el desierto no muestra todavía una meta convertida en aquella tranquilidad que todos debemos olvidar: el mundo digital es convulso por naturaleza, y desde el momento en que vivimos en una época gobernada por la tecnología, nuestra existencia será igualmente convulsa y cambiante. Impredecible e imprevisible. Algo no necesariamente malo si compramos un billete en los primeros vagones: los que deciden el futuro. Pero algo absolutamente pernicioso si por dejadez terminamos conformándonos con un billete low cost en los últimos vagones, en los que apenas hay luz.
Uno de los principales quebraderos de cabeza de los medios tradicionales es cómo llegar a las audiencias jóvenes. Y es que, a pesar de que la mayoría de los medios ya cuentan con una importante presencia en Internet -el ecosistema por naturaleza de los jóvenes-, sus marcas y contenidos no consiguen encajar con esta escurridiza audiencia.
Para mejorar esta situación, el Reuters Institute, en su Informe de Tendencias y Predicciones, propone 3 claves para que los medios tradicionales lleguen a los jóvenes este año. Se basan en tendencias que durante el año pasado han emergido con fuerza y que seguramente en 2019 serán si cabe más importantes.
Televisión
Los canales tradicionales no están pasando por su mejor momento. Pero, en paralelo, la industria audiovisual vive la mejor época de su historia. Y no es exagerado: la proliferación de plataformas de streaming está inundando el mercado de productos audiovisuales, agilizando una industria que necesita contenidos de todo tipo para alimentar su crecimiento y consolidación, y además en un ecosistema de pago. Algo que ha atraído a las audiencias más jóvenes, pero que ha perjudicado a las cadenas de televisión porque su modelo de negocio parece poco compatible con los deseos de elegir qué ver, obviar las interrupciones publicitarias y disponer de catálogos completos que no requieren seguir un ritmo pautado.
Las televisiones, eso sí, no renuncian a los jóvenes. Casi todas han puesto en marcha plataformas digitales enfocadas a millennials como fórmula para llegar a ellos y crear sinergias con sus diferentes canales. La BBC, por ejemplo, ha decidido apostar por formatos arriesgados y modernos que permitan competir con Netflix y YouTube, considerados los verdaderos canales de televisión para jóvenes.
Radio
El 78 % de los editores considera que la voz cambiará la forma en que se accede a los medios, según una encuesta incluida en 'Periodismo, medios, tendencias y predicciones tecnológicas para 2019', del Reuters Institute.
En 2018 se vivió la explosión del podcast, un formato que parece triunfar entre los más jóvenes porque imita el modelo 'a la carta' que tanto les gusta en el ecosistema audiovisual. La gran oferta existente en la actualidad permite que haya podcasts sobre cualquier tema, lo que permite acceder a contenidos muy especializados que se pueden consumir en cualquier lugar, por lo que son compatibles con otras actividades.
En este sentido, las emisoras de radio tienen ante sí la oportunidad de llegar a esos jóvenes mediante la creación de catálogos de podcasts temáticos que permitan impactar a estas audiencias gracias al conocimiento de sus intereses. Como consecuencia, las radios podrán lograr nuevos oyentes para sus emisoras tradicionales de entre esas audiencias, que por otra parte representan el futuro de las empresas periodísticas porque entre ellas están los usuarios del mañana.
Periódicos
Los medios escritos, con los periódicos a la cabeza, realmente lo tienen todo a su favor para triunfar en Internet. El problema es que no siempre controlan la distribución de sus contenidos, algo que en ocasiones no tiene por qué ser del todo negativo.
Un ejemplo es el agregador de noticias de Google integrado en los móviles Android: supone una importante fuente de tráfico hacia las webs de los medios y una forma de llegar hasta los usuarios con contenidos de su interés. Muchos de ellos podrían pasar a convertirse en asiduos a la propia web del medio, darse de alta en una newsletter o incluso suscribirse a la cabecera si ha levantado un muro de pago.
Además, casi todos
los grandes medios disponen de apps de noticias cuya principal función está no solo en la posibilidad de acceder directamente a los contenidos, sino en el
envío de notificaciones. El Reuters Institute, eso sí, alerta del "peligro real de abrumar a las personas a medida que alcanzamos la
saturación de notificaciones". Basta ver que ante una noticia de alto impacto, todos los medios envían en masa su propia notificación con el mismo contenido, resultando redundante. La estrategia pasaría por
restringir al máximo el envío de notificaciones, hacerlo solo en casos puntuales que realmente así lo requieran y, sobre todo, permitir que cada usuario pueda
seleccionar aquellas temáticas sobre las que desea recibir notificaciones en su móvil. Lo que encaja con la
personalización de los contenidos que deben perseguir los medios para impactar a la gran variedad de audiencias que coexisten en el mundo digital, donde lo homogéneo ya no existe.