Tik Tok, la "única aplicación buena" que arrasa entre adolescentes... pero también tiene sus sombras

Si tienes hijos adolescentes o preadolescentes, seguramente incluso hayas participado en alguno de sus vídeos. Si no los tienes, es probable que en no mucho tiempo termines cayendo. 'Tik Tok' es una fiebre contagiosa que ha atrapado a millones de jóvenes de todo el planeta con un objetivo común: pasárselo bien haciendo playback. Porque con algo así de básico arrancó en China en 2016 esta app basada, en realidad, en su homóloga, la celebérrima 'Musical.ly'. Detrás de Tik Tok estaba y está ByteDance, uno de los grandes actores emergentes de la industria digital, y que en 2017 pagó 800 millones de euros por su competencia para fusionar ambas aplicaciones y controlar desde Tik Tok la conversación (o más bien canción) global adolescente.

Tik Tok lo tiene prácticamente todo: una app fácil de usar pensada para grabar y compartir clips de escasa duración en los que se simula estar cantando las canciones más populares del momento, que suenan de fondo con las voces originales de sus intérpretes. Ya estamos fusionando vídeo, que apasiona en Internet -sobre todo a los jóvenes- y música -ídem-. Por supuesto, quienes comparten estos vídeos tienen su propio perfil, con sus seguidores, likes y comentarios, por lo que se crea un ecosistema de influencers (aquí, tiktokers) que obtienen fama virtual a medida que sus vídeos logran destacar entre la maraña de publicaciones que se comparten cada día (y que se etiquetan con hashtags, como toda buena red social que se precie). Del otro lado, millares de espectadores que consumen compulsivamente estos vídeos, pasando de uno a otro a la misma velocidad que se descartan seres humanos en Tinder o se obvian cuidadas fotografías en Instagram. Fast food digital aderezable con publicidad (he aquí el negocio, aunque todavía poco explorado en Tik Tok -tal vez una de las claves de su éxito actual-). Como complemento, algunas de las opciones más banales que ofrecen las redes sociales, pero a las que es prácticamente imposible resistirse: emoticonos, filtros, realidad aumentada... El colofón es un servicio de mensajería, que aunque parezca inútil en apps con otros fines, terminan convirtiéndose en un inesperado WhatsApp con el que comunicarse con allegados (o desconocidos).

Tik Tok es la vuelta a la inocencia de las redes sociales, en las que simplemente compartimos diversión para deleite gratuito de terceros. Algunos usuarios tal vez se curran en exceso sus vídeos, de ahí que ya existan muchos que viven exclusivamente de la fama arrancada en esta app. Véase las alemanas Lisa y Lena Mantler, unas gemelas de 16 años que acumulan 14 millones de seguidores... en Instagram. Porque lo que empieza en una app, fácilmente puede continuar en otras. O en el mundo real.

Odio y pornografía en Tik Tok

De hecho, el mundo real parece estar contaminando poco a poco este reducto de felicidad digital, considerado por 'The New York Times' como "la única app buena". Según varias investigaciones del portal 'Motherboard', en Tik Tok también hay discursos de odio e incluso pornografía, con el agravante de que la mayoría de sus usuarios son menores de edad. Según datos de 'Digiday', seis de cada diez usuarios de Tik Tok tienen entre 13 y 24 años. La mayoría son chicas.

En el primer vergonzante capítulo, los periodistas de 'Motherboard' han encontrado desde vídeos con saludos nazis hasta referencias xenófobas, mensajes antisemitas o insultos directos a otras personas por razón de raza, nacionalidad o religión. En el segundo, han dado con perfiles que se dedican a solicitar fotos y vídeos de desnudos a otros usuarios. Nada permite saber si los solicitantes son otros menores de edad o adultos porque, como sucede en la práctica totalidad de las redes sociales, existe cierto descontrol sobre la verdadera identidad de los usuarios. De hecho, los términos de uso de Tik Tok prohíben el uso de la plataforma a menores de 13 años. Un simple vistazo a algunos vídeos permite ver que eso no se cumple en absoluto.

Desde la red social aseguran que trabajan para erradicar estos comportamientos, que además infringen sus términos de uso. A algunas medidas como prohibir que se compartan imágenes en los chats u ofrecer la opción de hacer privado un perfil y bloquear o denunciar a otros usuarios, se une el anuncio de que aumentarán de 6.000 a 10.000 las personas encargadas de supervisar los contenidos que se comparten y eliminar los inadecuados. Pero cuando una app tiene millones de usuarios, es difícil que varios millares puedan meterlos en vereda... Que se lo digan a Mark Zuckerberg o al simpático pajarito azul. ¿Morirá también de éxito Tik Tok o en China no existe posible descontrol digital que eche al traste una buena idea? Lo veremos. Mientras tanto, cada vez más adultos se suman a una red social que están popularizando estrellas como Jimmy Fallon, el presentador estadounidense que se dedica a proponer retos que deben compartirse después en la app. Puede que cuando lleguen los padres huyan los jóvenes, pero también puede que se logre una aceptable convivencia como la que ha logrado Instagram. Demasiadas similitudes entre las dos niñas mimadas del social media. Y un desconocido futuro para ambas. Que les/nos quiten lo bailado. Y lo cantado.