El presidente Donald Trump se propuso dilapidar el legado de Obama y lo está consiguiendo. En 2015, el mandatario demócrata garantizó la igualdad de acceso a Internet prohibiendo a los proveedores cobrar más por utilizar ciertos servicios o dar un trato preferencial a determinados sitios web. Sin embargo, Trump calificó en su día esta medida como un “abuso de poder” que perjudicaría a los medios conservadores.
Con su llegada a la Casa Blanca, Donald Trump ha logrado imponer una normativa que revoca la Neutralidad de la Red a través de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC). Desde que en diciembre se conociera la decisión que ha entrado esta semana en vigor, han sido numerosas las protestas por parte de diversos actores públicos. Los opositores reconocen que los consumidores no van a notar un cambio inmediato en su experiencia en Internet, pero las consecuencias se notaran en el futuro. Por ejemplo, argumentan que esta medida animara a los proveedores a censurar sitios web o ralentizar el tráfico a su antojo. Además, podrían estar tentados a empezar a cobrar tarifas adicionales por ofrecer servicios extra, una medida que perjudicaría a las empresas más pequeñas.
Ajit Pai, presidente de la FCC, ha asegurado en su columna en la revista ‘CNET’ que la 'Restauración del orden de la libertad en Internet' “protegerá a los consumidores y promoverá un acceso a Internet mejor y más rápido”, además de favorecer “una mayor competencia”. Pai señala que la FCC despojó a la Comisión Federal de Comercio (FTC) de la facultad para controlar a los proveedores de servicios de Internet por actos anticompetitivos y prácticas engañosas. Con la nueva normativa se revertirá esta situación y se contribuirá a fortalecer la transparencia.
Pai y los partidarios de la nueva normativa están convencidos de que a partir de ahora se volverá a incentivar la innovación en Internet. El presidente de la FCC recuerda que pequeñas startups como Netflix, Facebook, Amazon y Google se convirtieron en grandes tecnológicas globales gracias a que Estados Unidos invirtió más de 1.500 millones de dólares en la Red.
Las principales compañías de servicios de cable -AT & T y Verizon- ya han mostrado su satisfacción con esta nueva política. Y no es para menos: al desaparecer las reglas de Neutralidad de la Red, estas empresas podrían dar prioridad a sus propios contenidos en detrimento de competidores nuevos como Netflix, Amazon o YouTube.