Imagina que vas por una autopista y te quedas sin batería, a kilómetros del próximo punto de carga. Esta pesadilla podría evaporarse si llamas a un dron que acude en tu auxilio. Es la última idea de Jeff Bezos, el hombre más rico de la historia.
De momento es un proyecto. Una patente: un papel. Pero no es descabellado en absoluto: drones de emergencia con capacidad de encontrarnos cuando nos hemos quedado sin batería al volante y equipados con un sistema para proporcionar carga al vehículo. Un punto de recarga portátil, volador y autónomo, aunque existe una versión terrestre. Está en manos de Amazon, o al menos en su mente. Y podría significar el fin de una de las razones por las que el vehículo eléctrico no termina de convencer a muchos usuarios: la escasa autonomía de algunos modelos (que no obstante va incrementándose) y la dificultad para encontrar puntos de carga, algo que llevará más tiempo.
Las posibilidades van más allá, dado que el dron podría acoplarse de algún modo al vehículo y recargar su batería incluso en movimiento. Se acabaría parar para repostar. "No habría de qué preocuparse si un enjambre de robots cargados con baterías pueden salir del cielo y ayudarte", ha explicado Greentech Media, la compañía de la que depende la patente, que también ha sido presentada con vistas al transporte urbano.
Amazon ha apostado con fuerza por los drones. Tiene en marcha un ambicioso proyecto para
entregar las compras utilizando estas aeronaves autónomas, pero también ha diseñado escenas que realmente son sacadas de las mejores películas de ciencia ficción, como
el hub volador que serviría como almacén y enlace a estos drones. En paralelo, Jeff Bezos, ya considerado el hombre más rico de la historia (su fortuna se baraja en 106.000 millones de dólares), está apostando por el turismo espacial a través de
Blue Origin. La conquista del aire está en marcha.