‘Uno de los botnets más grandes que jamás haya afectado a la publicidad digital’. Así ha calificado Adform el fraude de falsificación de dominios que ha descubierto recientemente y del que han sido víctimas algunos de los medios de comunicación más importantes del mundo. A finales del pasado mes de septiembre, la compañía comenzó a detectar intercambios publicitarios enmarcados en una gran operación de fraude de inventario, informa la web ‘Martech Today’.
La denominada operación Hyphbot habría estado activa desde el pasado agosto, creando más de 34.000 nombres de dominio y URLs falsos que representaban el inventario de editores como ‘Financial Times’, ‘The Economist’, CNN o ‘The Wall Street Journal’. El propio ‘Financial Times’ descubrió que el inventario de publicidad que pretendía ser de ‘FT.com’ aparecía en diez intercambios publicitarios diferentes. La estafa podría alcanzar unas pérdidas de hasta 1,28 millones de dólares diarios.
Un nuevo estudio publicado por Google en el que han participado 16 editores premium como ‘The New York Times’, ‘Business Insider’ o ‘The Washington Post’, revela que los anunciantes han estado comprando 57 veces más impresiones de las disponían realmente los medios, lo que se traduce en 700 millones de solicitudes falsas de anuncios de vídeo diariamente. Como resultado de este fraude, se estima que los editores han perdido alrededor de 3,5 millones de dólares diarios, en base a una valoración de CPMs de vídeos de 5 dólares. A ese ritmo, el dinero gastado en inventario falso podría alcanzar los 1.270 millones de dólares anuales.
Con el fin de proteger a compradores y vendedores de publicidad online, el Interactive Advertising Bureau ha creado una herramienta que pretende acabar con el fraude de inventario. Los editores pueden publicar en sus webs el archivo ‘ads.txt’ y determinar así qué participantes del mercado están autorizados para comercializar su publicidad.
A pesar de que esta solución se lanzó hace seis meses, la adopción está siendo lenta. Estas investigaciones pretenden demostrar que es necesario que los editores implementen cuanto antes ‘ads.txt’ para acabar con las prácticas fraudulentas.