Los gigantes de Internet han potenciado la difusión de noticias falsas alegando que ellos no son los responsables de esos contenidos y que son simples compañías tecnológicas basadas en algoritmos. Los editores ya habían solicitado a un comité gubernamental que Google y Facebook pagaran por distribuir contenidos, dinero que ellos utilizarían para verificar los hechos y erradicar las llamadas ‘fake news’. Ahora un portavoz de la primera ministra Theresa May reconoce que Reino Unido está analizando el papel de Google y Facebook en el entorno de las noticias.
Como parte de su compromiso de elaborar una carta digital que establezca cómo deben comportarse las empresas y los usuarios en el mundo online y desarrollar un “modelo comercial sostenible para medios de alta calidad”, el gobierno estudiará cuáles son las responsabilidades y el estatus legal de las principales plataformas de Internet.
El ministro de Justicia alemán Heiko Mass ya inició este debate el año pasado, primero sometiendo a un programa de vigilancia a Facebook que incluía la obligación de eliminar cualquier post que se denunciara como racista en las 24 horas siguientes; para acabar solicitando responsabilizar a estas empresas de los contenidos que permiten publicar a sus usuarios.
Dos tercios de los adultos estadounidenses acceden a la información a través de las redes sociales, mientras que en Reino Unido más de 6,5 millones de usuarios afirmaron que obtuvieron sus noticias principalmente en Facebook. Considerar a Google y Facebook nuevos medios de comunicación supondría que estas compañías fueran responsables del contenido que se publica en sus plataformas y respondieran legalmente como un medio tradicional.
Zuckerberg siempre había negado que Facebook fuera un medio de comunicación y prefería definirlo como una empresa de tecnología que desarrolla herramientas para facilitar el intercambio de contenidos. Sin embargo, antes de acabar 2016, el responsable de la red social aseguró que eran conscientes de que “hacemos mucho más que distribuir noticias, y somos una parte importante del discurso público”.