¿Deben los gobiernos intervenir decididamente, incluso convertir a las grandes plataformas de Internet en una especie de servicio público? Empiezan a plantearse soluciones radicales a una situación que empieza a ser bastante radical.
Google ingresó el año pasado 90.300 millones de dólares, provenientes esencialmente de la publicidad digital. Este año podría superar los 100.000 millones de dólares, según los expertos, con lo que habrá conseguido duplicar sus ingresos en un plazo de cinco años. Google tiene un valor en bolsa de 581.000 millones de dólares. Facebook y Amazon se aproximan ya a los 400.000 millones de dólares de capitalización. Frente a esto, y para ayudar a los editores, Google ha dotado con 150 millones de euros su Digital News Iniciative. El 6 de julio acordó dar 21 millones de euros a 107 proyectos europeos. Es de notar que la inmensa mayoría de este dinero ha ido para editores medianos o grandes, cuando son los pequeños editores digitales los que más están sufriendo, hasta el punto de que podrían acabar extinguiéndose en masa como los dinosaurios. Es curioso señalar también que Google ha financiado el proyecto RADAR, un sitio de "robot-periodista" capaz de escribir 30.000 noticias al mes. ¿Es esa la idea de Google de un nuevo ecosistema de la información digital? ¿21 millones sobre 90.000 de ingresos? ¿Están de broma?
La industria de periódicos de EEUU acaba de lanzarse a la yugular contra el "duopolio" de Google y Facebook. Denuncian que Google y Facebook se llevan más del 60% de los 73.000 millones de dólares que gasta en EEUU la publicidad digital. Google ha dicho en un comunicado: "Queremos ayudar a los editores a triunfar en su transición digital". No parece que lo estén logrando. Por poner solo un ejemplo, el grupo de medios hegemónico en España, PRISA, ha visto cómo en menos de diez años sus ingresos se han reducido un 66%, su EBITDA en un 74%, y aún soporta una deuda neta de 1.600 millones de euros. La acción ha perdido más de un 90% de su valor. No parece que Google haya ayudado mucho a PRISA.
Por todas partes empiezan a ponerse en marcha movimientos desesperados para intentar reaccionar. En el Reino Unido los editores intentan gestar una agencia de publicidad conjunta para todos. La editora del 'Daily Mirror', por ejemplo, informó de una caída del 21% en su facturación hasta el 2 de julio. 'The Wall Street Journal' reduce su impresión y se repliega en Europa. 'The Guardian' reducirá su formato impreso y 'Time' despide a 300 empleados. La prestigiosa revista de negocios 'Businessweek', con 88 años de antigüedad, se cierra. Los franceses han ido más allá y han creado dos alianzas globales para gestionar la publicidad (LINK). Lo más interesante es que una de ellas, Gravity, recopilará cada mes 10.000 millones de datos sociodemográficos y de intenciones de compra para ofrecerlas a sus anunciantes. Los datos son la clave: aquellos editores que solo tengan una dirección de email de sus suscriptores tienen muy poco que hacer. Y los reyes de los datos son de nuevo Google, Facebook y Amazon. Es hora de ir más allá de las simples multas.