Las mujeres están conquistando Internet. En la mayor red social del mundo, Facebook, hay un 11% más de mujeres que de hombres. Hay tres veces más mujeres que hombres en otra red social como Pinterest. También las mujeres son abrumadora mayoría en Instagram. Los blogs escritos por mujeres son mayoría absoluta en la red. Las mujeres están tomando el liderazgo digital y esto supone un cambio cultural de gran trascendencia.
En los albores del Homo Sapiens, las divinidades primitivas eran abrumadoramente femeninas. Cuando el Homo Sapiens se enfrenta a su propia extinción, si hacemos caso a Yuval Noah Harari, en su brillante libro 'Homo Deus', las mujeres tal vez vuelvan a encabezar la nueva religión del 'dataísmo'.
El tema de 2017 para el Día Internacional de la Mujer es: 'Las mujeres en un mundo laboral en transformación: hacia un planeta 50-50 en el 2030'. Pero ya en 2017, las mujeres están en clara mayoría en la cultura digital. La revolución digital y tecnológica está ejerciendo un papel decisivo en el empoderamiento de las mujeres.
Los nuevos medios realizados por mujeres están tomando preferentemente la forma de newsletter y podcast, que son medios digitales más livianos y ágiles. Al feminismo tipo Simone de Beauvoir le siguen nuevas heroínas como Sheryl Sandberg, número dos en Facebook. Este nuevo feminismo no intenta batirse contra los hombres ni como ellos. Son los nuevos modelos de una generación que está dando una nueva visibilidad al feminismo en el espacio público. Se caracteriza por la ausencia de unas directrices hegemónicas, más bien hay una interesante multiplicidad de voces. Mencionemos, por ejemplo, algún peso pesado de las miles de voces feministas que existen en la red: el sitio 'Lenny Letter', escrito por Lena Dunham, actriz de la serie 'Girls', se lanzó en otoño de 2015 y tiene más de medio millón de seguidores. Bastantes de estos sitios digitales no tienen posibilidad de comentarios, como si las mujeres quisieran protegerse de los numerosos trolls machistas que inundan Internet. También emerge una crítica cultural feminista que intenta poner de manifiesto el punto de vista femenino en muchos sectores dominados mayoritariamente por hombres.
En la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, se fija como uno de los objetivos para esa fecha "eliminar todas las formas de violencia contra todas las mujeres y las niñas en los ámbitos público y privado". El nuevo 'soft power' femenino podría ser una gran ayuda para lograr esta ansiada meta.