Las innovaciones incluyen sistemas avanzados de comunicación, robots industriales y una constante incorporación de NT’s que exigen una adaptación constante, tanto del proceso industrial o de los métodos de trabajo, como de algo que no se está teniendo debidamente en cuenta, como es la respuesta del personal en los puestos de trabajo.
¿Se está generando estrés o más bien se está liberando a las personas de una carga excesiva de trabajo gracias a la tecnología?
Existen opiniones contradictorias sobre la tecnología y sus consecuencias en el empleo. Algunos expertos afirman que debido a la aceleración del cambio tecnológico, serán millones los trabajadores en todo el mundo que se verán afectados de aquí al horizonte 2020. La cuestión es en qué medida se está alterando la seguridad y estabilidad en el empleo.
Surgen posiciones encontradas: unas sostienen que las innovaciones del presente corresponden a cambios que ya se han producido en etapas anteriores y que las técnicas para el mantenimiento de la seguridad del empleo será esencial; otros analistas afirman que el cambio tecnológico es beneficioso para todos los colectivos, empleadores, empleados y la sociedad en su conjunto, haciendo que la tecnología cree más empleos de los que destruye.
Es evidente que este tipo de datos hay que analizarlos en cuanto a su tendencia, más que en aspectos puntuales, como por ejemplo, que recientemente se difundiera la información de que en China una empresa había multiplicado su productividad en un 250% gracias a la incorporación de la robótica y a una reducción de plantilla del 90%. ¿Es esto generador de estrés? Más bien es la causa fundamental por la que las sociedades de todos los países del orbe, tienen a sus respectivos ciudadanos inmersos en estados de ansiedad, inseguridad y temor al cambio, porque lo único seguro hoy día es el alto grado de incertidumbre. Este tipo de paradojas requiere de la corresponsabilidad entre organizaciones y alta política, porque por sí solas no serán capaces de poner un poco de orden al mercado laboral mundial.
Un nuevo informe de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) de Naciones Unidas, examinó los impactos del trabajo a distancia y los avances tecnológicos que continúan revolucionando los métodos y procedimientos de trabajo dentro y fuera de las empresas.
Se señala que trabajar fuera de una oficina puede ahorrarle a las personas tiempo de desplazamiento, así como que también evitar que se vea afectado por el propio ritmo operativo que se lleva en la empresa: reuniones, interrupciones de compañeros, atención de clientes, etc. Aunque lo que ya se evidencia por los estudios realizados, es que también estas personas que trabajan de forma remota desde sus casas, son más vulnerables a las horas extras que finalmente no cobrarán, al estrés y al insomnio.
¿En qué se basó técnicamente el estudio?
En datos de 15 países, en los cuales la OIT encontró que los empleados eran más productivos fuera de una oficina convencional, aunque advirtiendo también de los riesgos: "horas de trabajo más largas, mayor intensidad de trabajo e interferencia entre el trabajo y el hogar".
La distinción que hace el estudio es en cuanto a los empleados que trabajan regularmente en el hogar, respecto a las personas altamente móviles que trabajan constantemente en diferentes lugares y los que dividen el tiempo entre la oficina y su casa.
El estudio concluye que en los tres grupos se reportaron niveles de estrés más altos y más incidentes de insomnio que aquellos que siempre trabajan en las instalaciones de su empleador.
Por ejemplo, el 41% de los empleados pertenecientes al grupo altamente móviles, dijeron sentir un cierto grado de estrés, mientras que los empleados que sólo trabajaban en la oficina, dicho porcentaje no supera el 25%. Un 42% de las personas que siempre trabajan desde casa o desde varios lugares diferentes, afirman haber sufrido de insomnio, en comparación con el 29% de las personas que sólo trabajan en sus respectivas empresas.
Una cuestión que surge clara en el estudio, es que había claros riesgos vinculados a "la invasión del trabajo en espacios y tiempos normalmente reservados para la vida personal". La razón es obvia: no todas las personas que aprovechando las NT’s y pueden trabajar de manera remota desde sus hogares, tienen las comodidades necesarias, además de interferencias lógicas como niños, ruidos de vecinos, etc.
Desde la OIT y uno de los autores del informe, Jon Messenger, ha animado a los empleadores a tratar de dejar que el personal trabaje fuera de la oficina a tiempo parcial. De hecho, grandes corporaciones multinacionales han ido aplicando en los últimos años políticas laborales en este sentido.
Pros y contras
Hay evidencias más que suficientes, que las personas necesitan un contacto cara a cara con sus compañeros de trabajo, pero no cabe duda tampoco en que hay momentos que el aislamiento físico trabajando de manera remota y un cierto grado de autonomía, ofrecen el mejor escenario para no sólo completar con éxito una tarea, sino que se sientan satisfechos, cómodos y felices. Que el estrés no sea un elemento negativo, sino por el contario, una especie de impulsor para aceptar el nuevo estatus, buscando que se reconozca su tarea y las responsabilidades asumidas, aunque no esté ocho horas en la oficina.
Es lógico que este reconocimiento debe partir de la dirección, pero también debe formar parte de la plantilla, aceptando las nuevas formas de trabajo como algo natural, que no son “bichos raros” aquellas personas que están dentro de un programa part-time fuera del ámbito de la empresa.
En algunos contextos, en particular en la India, la evidencia sugiere que los empleadores son reacios a dejar que su personal trabaje remotamente porque "implica ceder un elemento de control" lo que hace que los directivos se sientan amenazados. Precisamente esta posición de la clase directiva india (siempre habrá excepciones) no habla bien en cuanto al moderno concepto de liderazgo efectivo de que el empleado no es una amenaza, por el contario es partícipe necesario en el éxito empresarial al cual se le exige compromiso y una constante motivación.
Desde ya que no es una buena política para motivar a nadie, que los jefes tengan reparos sobre supuestas amenazas a su poder de mando (la jerarquía que muchos aún no quieren dejar) comprometiendo en definitiva la eficacia de las personas y la productividad de la organización.
El estrés laboral ya viene siendo muy estudiado en las dos últimas décadas, aunque no ha tenido la misma profundidad de análisis qué es lo que hay que hacer desde la posición de liderazgo en cuanto a que se neutralicen e incluso se eliminen, determinados factores que producen el estrés en el trabajo: ambientales, organizacionales y personales, a los que hay que incorporar un nuevo factor que se ha despreciado en el pasado pero que ya no puede seguir haciéndose en el presente, que corresponde al tecnológico.
Todos ellos se ven muy involucrados en el estrés laboral si se ven implicados negativamente, como por ejemplo un factor ambiental que pudiera afectar a algunas personas, sería la exigencia del uso de la más nueva tecnología, por la que algunos empleados que no sepan utilizarlas o no se les de la formación necesaria, no sólo no podrán realizar sus tareas operativas de manera eficiente, sino que empezará a producirse una “cola de espera” de trabajos que entrarán en la categoría de pendientes, lo que a su vez genera otras complicaciones derivadas en el equipo y/o departamento.
Seguramente en un proceso de trabajo actual encadenado, abierto y transversal, se complicaría el trabajo de grupo en el que unos puestos dependen de lo que se haga en otros. Por tanto, el líder efectivo debe preocuparse y hacer un esfuerzo sobre los factores que generan estrés en los procesos, dando prioridad al tecnológico, entrenando y capacitando al personal. La tecnología no debe ser considerada un factor estresante, sino un elemento de motivación, así como de cohesión de equipos y personas. El líder debe enseñar a que la innovación tecnológica no es una barrera sino un puente. Tan simple como explicar, comunicar de manera clara y simple, formar, capacitar y entrenar.
Los factores organizacionales se deben a diversos motivos, tales como el estrés que produce tener que entregar un trabajo de manera inmediata o que el tiempo estimado para realizarlo se ha visto reducido por una necesidad que ha surgido repentinamente. Son infinitas las diversidad de situaciones que pueden presentarse, pero seguramente las relaciones interpersonales en circunstancias en las que el ambiente laboral está cargado de estrés, complicará aún más la finalización en tiempo y forma. Pero peor aún, se resentirán relaciones entre miembros de un equipo y/o departamento, por falta de apoyo, reacciones inoportunas, quejas o echar culpas al otro u otros, elementos nocivos todos ellos para el buen desempeño laboral.
Ya en su edición de 2016, la OIT decidió que el tema central del “Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo” fuera el estrés. Porque se tenía muy claro que los riesgos psicosociales, tales como el aumento de la competitividad, mayores expectativas sobre el rendimiento y largas horas de trabajo, son factores que contribuyen a que los ambientes laborales sean cada vez más estresantes.
De ahí que surgía clara la posición de que las relaciones laborales y la situación económica actual obligan a empresas y trabajadores a buscar soluciones eficaces ante un problema tan importante como el estrés, porque acarrea graves consecuencias para su salud mental y bienestar.
Una vez más la tecnología tiene también en este informe, un rol protagonista fundamental en la generación de estrés en el trabajo. E insistimos: la tecnología debe ser un elemento liberador de estrés. Del buen liderazgo de la organización depende que finalmente sea una barrera o una puerta abierta para seguir el camino del éxito, tanto de organizaciones como de personas.
José Luis Zunnies Director Edición Online ECOFIN. Miembro de la Junta Directiva de Governance2014. Coordinador académico de la Red e Latam. Conferenciante. Ponente de Seminarios de Liderazgo y Management de la EEN y coordinador del FORO DE MANAGEMENT Y NUEVA ECONOMÍA DE LA EEN. Analista de la realidad actual y especialmente en los aspectos económicos, políticos y sociales, Experto en Management y formador de directivos y profesionales en las técnicas de liderazgo.
Ximo Salas, Co-autor del libro “Mejora y gana” (Manual de Marca personal para la búsqueda de empleo).Fundador de Crea Community (Social Media and Human Resources Company).Consultor, confrerenciante y formador. Miembro de la Junta Directiva de Governance2014