La compañía quiere seguir el ejemplo de Amazon y Netflix para “participar en los cambios que están sucediendo en la industria de los medios”, ha reconocido Tim Cook.
Apple tiene un objetivo financiero en mente: quiere facturar 50.000 millones de dólares en ventas de servicios digitales en 2020. Estas ventas incluyen apps, música, libros, películas, programas de televisión… Cualquier contenido digital como los que ya ofrece a través de iTunes, pero con un crecimiento sostenido que permita alcanzar esa meta. Y ya está diseñando una estrategia que ayude a la compañía de la manzana a lograr ese objetivo: producir sus propios contenidos.
“Estamos aprendiendo mucho sobre el negocio del contenido original y pensando en la forma en que podríamos jugar en eso”, ha explicado el propio Tim Cook en una conversación telefónica con analistas de Wall Street.
Hasta ahora, Apple vendía productos de terceros, pero compañías como Amazon han demostrado que es posible producir contenidos exclusivos que convivan con la compra de derechos de películas y series de otras empresas. Netflix actúa del mismo modo. En ambos casos, los productos exclusivos se comportan como un gancho para atraer a nuevos suscriptores.
El objetivo de Apple es ambicioso, ya que esos 50.000 millones prácticamente igualarían la facturación de Disney (55.600 millones de dólares), una compañía cuyo único negocio es precisamente la producción de contenidos y su posterior explotación en diversos campos (venta de productos, parques de atracciones, etc.).
Con esta confesión de Cook, los analistas ven más cerca que nunca el anuncio de alguna adquisición importante por parte de Apple. Desde hace tiempo se rumorea que la entrada en el negocio de la producción de contenidos vendría de la mano de una compra importante (el año pasado barajaron comprar Time Warner, la compañía encargada de HBO y CNN, entre otros muchos canales y estudios). Sin embargo, Tim Cook rebaja las expectativas: una hipotética compra no dependerá del tamaño, sino “del valor estratégico que tenga”. En cierto modo, esta afirmación deja la puerta abierta tanto a la compra de una pequeña compañía como a la adquisición de algún gigante del entretenimiento. Ambos casos se los puede permitir: sus reservas de efectivo ya se estiman en 246.000 millones de dólares.
La producción de sus propios contenidos podría ayudar a que aumentasen las ventas del
Apple TV, un dispositivo anunciado en su día como la revolución de la televisión, pero que hasta ahora ha sido superado por alternativas similares y más baratas, como el Chromecast de Google o el Fire TV de Amazon.
Precisamente Google, de prosperar el movimiento de Apple, se quedaría rezagada en la creación y explotación de contenidos propios. Aunque tal vez tenga poca importancia teniendo en cuenta que YouTube se ha convertido en una
plataforma de canales de televisión absolutamente imbatible por mucho éxito que tengan Netflix o Amazon Prime Video produciendo series de éxito y películas con candidaturas a los Oscar. A ver con qué sorprende Apple.