Los medios estadounidenses sufrieron pérdidas de hasta un 7% tras la caída generalizada de los mercados de todo el mundo contagiados por el desplome de la bolsa china. En el caso de Netflix, la caída rozó el 8%. Es evidente que el sector de los medios de comunicación ha sido uno de los más perjudicados en esta crisis financiera, pero la televisión tradicional ya acumulaba otros problemas. El desplome de la publicidad mantiene a Televisa y Tv Azteca en números rojos desde hace meses y los gigantes del cable estadounidenses, como Time Warner, CBS, Viacom o Disney, registran una desaceleración en las suscripciones.
El público ha cambiado sus hábitos de consumo televisivo y son Netflix, Amazon y Hulu las empresas que están atrayendo tanto al espectador como a los profesionales más talentosos. La audiencia se decanta por los servicios de streaming digitales porque pueden elegir qué programas ver y en qué horario. Pero también porque no se muestran conformes con los paquetes de cable y satélite que ofertan las operadoras. Su alto precio y el no poder contar con todos los contenidos contratando un único servicio les aleja de la televisión tradicional.
Disney reveló recientemente que se había desacelerado el crecimiento de su cadena de deportes ESPN, la emisora que cuenta con la mayor colección de derechos deportivos en directo, informa “Financial Times”. Este hecho es significativo teniendo en cuenta que hasta ahora las competiciones deportivas en vivo se consideraban inmunes a cualquier cambio de tendencia en la visualización de contenidos, ya que son eventos que tienen que ser vistos en directo y movilizan a todo un país. Pero el deporte es un negocio caro. Como NBC Sports y Fox Sports están compitiendo también por conseguir los derechos deportivos, han subido los precios y esto acaba repercutiendo en el bolsillo del consumidor. En España las principales operadoras de telecomunicaciones tienen que hacer frente a los elevadísimos costes de los derechos del fútbol y algunas ya han asegurado que no pujarán por ellos la temporada que viene.
Los paquetes televisivos cerrados ya no resultan tan atractivos (una encuesta aseguraba que el 51% de los espectadores españoles había reducido servicios o se había dado de baja de los packs contratados); una empresa como Coca Cola asegura que se cuestiona el papel de la televisión en su mix publicitario y el presidente de Maker Studios, la mayor red de canales de YouTube, se atreve a pronosticar que los jóvenes dejarán de ver televisión tradicional en diez años. Cada vez son más las señales que indican que estamos ante el fin de la televisión tal y como la conocíamos hasta ahora.