Donald Trump, tras su desafortunada presentación como precandidato a la presidencia de Estados Unidos, sigue perdiendo apoyo – y contratos – en el mundo empresarial. Las cadenas de televisión tomaron la iniciativa: primero fue Univisión, luego NBC, siguió Televisa, y ahora se sumó Ora TV, productora creada por otro magnate, en este caso mexicano, Carlos Slim.
Tener a estas cadenas en contra no sólo le representa Trump un obstáculo para ganarse el voto latino, sino tener en la acera de enfrente a poderosos empresarios mexicanos con importantes intereses en Estados Unidos, con lo que ello significa. Por caso, Univisión está controlada por Haim Saban, hombre fuerte de sector televisivo estadounidense, e importante donante del partido Demócrata.
NBC, por su parte, pertenece al conglomerado Comcast. Televisa tiene como accionista de referencia a Emilio Azcárraga; mientras que Ora TV a Carlos Slim, quien fundó la compañía junto a un mito de la televisión de Estados Unidos: el presentador Larry King. Ora TV está financiada por a su vez por América Móvil.
El encargado de hacer oficial la ruptura fue el portavoz del Grupo de Slim, Arturo Elías, quien calificó a las palabras de Trump como una declaración totalmente fuera de lugar. “Trabajar con alguien tan cerrado pues la verdad no nos parece que vaya a funcionar", para enseguida añadir que los comentarios de Trump fueron racistas.
¿Y quién es el dueño de The New York Times? Carlos Slim.