La Clasificación Mundial de Reporteros Sin Fronteras (RSF) muestra un deterioro global de la libertad de información en 2014. Dos tercios de los 180 países que figuran en la lista presentan peores resultados que en el año 2013. El índice anual que mide la intensidad de los ataques a la libertad de información en el mundo culmina este año con 3.719 puntos, es decir, un aumento del 8% respecto a 2013 y de cerca del 10% en relación a 2012.
Los conflictos, en los que los contendientes se enzarzaron en guerras de información; la amenaza de ciertos grupos (mafia italiana, Estado Islámico, narcotraficantes latinoamericanos); las agresiones cometidas durante la cobertura de manifestaciones, la crisis económica o el pretexto de velar por la seguridad nacional han propiciado una regresión que afecta a los cinco continentes.
Aunque Europa ocupa el primer lugar del ranking de la libertad de prensa, llama la atención la fuerte degradación que ha sufrido en un año, hasta un 5,6%. Por su parte, Oriente Medio es la región peor clasificada, junto a África del Norte. La zona cuenta con los llamados “agujeros negros” de la información: regiones enteras de las que se han apoderado grupos no estatales y en los que la información independiente no existe. Destacan las áreas controladas por el Estado Islámico en Siria e Irak.
Las mayores caídas en la clasificación, por países, han sido:
--Andorra (32º), sufre el mayor descenso, 27 puestos, debido fundamentalmente a las dificultades que encuentran los periodistas para cubrir las actividades de los bancos andorranos y la carencia de mecanismos de protección legal de la libertad de información.
--Timor Oriental (103°) baja 26 puestos. En 2014, el gobierno propuso una dura ley de medios que ha llevado a la autocensura generalizada.
--Congo pierde 25 lugares (107º). El gobierno intensificó su caza de periodistas críticos, usando a veces métodos muy violentos.
--Italia pierde 24 posiciones (73º) por culpa de las amenazas de la mafia a los periodistas y los procesos abusivos por difamación.
--Venezuela pierde más de 20 posiciones (137º). La Guardia Nacional Bolivariana dispara a periodistas en las manifestaciones a pesar de ir perfectamente identificados.
--Los periodistas que trabajan en Libia (154°, -17) afrontan una situación caótica, tres años después de la caída de Muamar el Gadafi. Desde entonces, se han registrado siete asesinatos y 37 secuestros. Más de 40 profesionales optaron por huir de su país en 2014.
--Islandia pasa al puesto 21º (13 menos) al endurecerse las relaciones entre el sector político y la prensa.
--Ecuador bajó otros 13 puestos (108º) a pesar de entrar en vigor la que parecía una prometedora Ley Orgánica de Comunicación (LOC). La rectificación forzada de información se ha convertido en un modo de censura institucionalizada.
Los ascensos son escasos:
--El mayor lo ha vivido Mongolia (54º), 34 posiciones más arriba, gracias a los beneficios de la legislación sobre el acceso a la información.
--Suben 15 posiciones: Georgia (69º), disfrutando aún de los beneficios de la transición política que siguió a las elecciones de 2012 y 2013; Costa de Marfil (86º), tras la guerra civil de 2010 y Nepal (105º), al ver disminuidos los actos violentos de las fuerzas del orden contra periodistas.
--Otros países que mejoran son Madagascar, Túnez, México y Brasil. España gana dos posiciones y se sitúa en el puesto 33, aunque la subida en la lista no se debe a una mejora en la libertad de prensa sino al empeoramiento de otros países.
Puedes leer una reflexión sobre los ataques a la libertad de expresión e información en el blog de Almudena Alonso.