La holandesa Blendle triunfa al copiar el sistema iTunes y ofrecer a los lectores la posibilidad de comprar artículos individuales. Los precios por cada texto van desde unos pocos céntimos, a menos de un euro. La plataforma cuenta ya con más de 200.000 usuarios.
La industria musical cuenta con Spotify y la televisión tiene a Netflix. Ahora, la industria de la información está iniciándose en la creación de nuevas empresas que cobren por sus contenidos digitales. The Economist y
la sueca Readly, están apostando por nuevas formas de vender contenidos que derriben los formatos más tradicionales con los que se han dirigido los medios de comunicación en los últimos años, que brinden a las compañías de noticias
el empujón necesario para competir con la caída de la publicidad en el papel y el auge de los medios de comunicación gratuitos en Internet.
Un década después de que algunos sites de noticias, como Financial Times, comenzaran a cobrar por algunos de sus contenidos en Internet, el modelo de los muros de pago ha sido adoptado por más de la mitad de los periódicos en Estados Unidos. Pero, ahora se busca un mayor crecimiento en nuevas plataformas basándose en el éxito de Netflix o Spotify, unos servicios de suscripción que basan su popularidad en el contenido y la utilidad para los usuarios.
Siguiendo la tendencia de estas plataformas de suscripción, Readly ofrece en Suecia
una única suscripción para docenas de revistas y no es la única.
Magzter y Next Issue Media siguen sus pasos, aunque los hay que van más allá. El holandés Blendle pretende convertirse en el iTunes del periodismo, permitiendo a los lectores comprar artículos individuales, en lugar de obligar a los usuarios a pagar una suscripción completa. Desde su lanzamiento en la primavera de 2014,
más de 200.000 usuarios, de los cuales dos tercios son menores de 35 años, se han registrado en la plataforma.
Blendle permite a los holandeses pagar desde unos céntimos a poco menos de un euro por
cada artículo, unos precios muy competitivos que siguen la tendencia marcada por Apple y su iTunes. La plataforma cobra a los periódicos una comisión del 30% y les ofrece la libertad de fijar sus propios precios. Ahora, la compañía se está expandiendo al resto de Europa y cuenta con The Economist y The New York Times en su catálogo. "La única forma que convertirlo en un gran éxito si se puede
ampliar a nivel internacional", dijo Marieke Van der Donk, director de Deloitte.
Con estas innovadoras ideas en la cabeza, The Economist puso en marcha la aplicación Espresso en noviembre, una plataforma que filtra los contenidos semanales en las actualizaciones diarias. En su primera semana de vida, la app fue descargada por
200.000 usuarios. Además, The New York Times también ha querido sumarse a la nueva tendencia dividiendo su oferta informativa en porciones individuales.
Estas nuevas aplicaciones ayudarán a impulsar los ingresos por información. Durante años, los jóvenes no han pagado por los contenidos periodísticos porque, según Alexander Klöpping cofundador de Blendle, “es más fácil comprar una aplicación en la App Store de Apple, de lo que es pagar por una suscripción en un medio de comunicación”.