Google vs Europa (gobiernos, empresas, prensa, ciudadanos…). La compañía de Internet no tiene muchos amigos en el viejo continente. Todo comenzó con las demandas de diversos grupos de presión que consideran que Google obstaculiza la competencia manipulando los resultados de búsqueda para promover sus propios servicios. A pesar de que el que fuera comisario europeo para la Competencia, Joaquín Almunia, aceptó las soluciones que propuso Google, el acuerdo de conciliación fue bloqueado y su sustituta en el cargo, la danesa Margrethe Vestager, se reunirá en breve con los denunciantes para averiguar si efectivamente el gigante de Internet vulnera las leyes antimonopolio.
En los últimos meses, la competencia desleal llevada a cabo por el buscador, sumada a las peticiones de más de 185.000 usuarios para que Google haga desaparecer del motor de búsqueda enlaces que revelen ciertos datos personales (el llamado “derecho al olvido”), provocaron una declaración de guerra en toda regla por parte del Parlamento Europeo el mes pasado, votando una moción simbólica que apelaba a la desmantelación de Google.
“Le Monde” ha publicado un artículo en el que se hace eco de las batallas libradas en territorio europeo, prestando especial atención al desenlace de la última contienda: el cierre de Google News en España. A pesar del empeño inicial de los editores de AEDE de incluir en la Ley de Propiedad Intelectual una tasa que permitiera obtener una compensación económica de los agregadores que utilizaran sus contenidos, la desaparición del servicio de noticias en español ha provocado que la asociación inste al Gobierno a la negociación con el buscador para “proteger los derechos de los ciudadanos y las empresas”.
Sin embargo, Europa, firme en la estrategia de combate seguida hasta ahora, ha respondido, ante las preguntas formuladas por eurodiputados de UPyD en las que planteaban si el conocido como “canon AEDE” vulneraba normativas europeas, que la UE permite a los estados miembros introducir una “compensación justa” por determinados usos de los recortes de prensa y que, por tanto, el Gobierno español ha respetado la ley comunitaria.
Sin duda, esta respuesta supone un mazazo para diversos colectivos que pretenden tumbar este artículo. Pero es probable que sean los mismos medios que propiciaron su inclusión en la Ley de Propiedad Intelectual los que acaben exigiendo su eliminación. La Asociación Española de Editoriales de Publicaciones Periódicas (AEEPP) ha pedido la suspensión de la entrada en vigor de dicha ley hasta que no esté redactado el reglamento y el portavoz de la Coalición Pro Internet, Carlos Astiz, cree que el Gobierno podría acabar cediendo (la última declaración del ministro Soria ya apuntaba la posibilidad de dejar sin efecto este artículo si los editores lo solicitaban). Cabe recordar que en Alemania los editores también tuvieron que recular al ver cómo su tráfico caía hasta un 80% debido a la eliminación por parte de Google de los resúmenes y fotografías de sus noticias.
Es evidente que Google tiene muchos frentes en Europa pero, a pesar de no contar con grandes aliados, va ganando todas las batallas. Quizás los países europeos deberían centrar sus esfuerzos en la pelea más justa, en la que ponía el foco un experto como David Martínez Pradales: lo importante es que empresas como Google, Amazon o Facebook paguen impuestos. La Comisión Europea ya investiga a Luxemburgo por ofrecer ventajas fiscales a estas compañías y algunos países han decidido tomar medidas concretas, como es el caso de Reino Unido que, a partir de abril de 2015 cobrará un impuesto del 25% sobre los beneficios que generen en el país. Porque, al fin y al cabo, Hacienda sí somos todos.