"El PSOE dice que Sánchez irá "donde esté la gente". Con este titular abría su portada "El Mundo" en los quioscos el viernes. "El País", por su parte, intentaba hacer una pirueta: "Mas emprende su plan de ruptura en la estela de la votación de Escocia". Cuando resulta que el resultado de la votación de Escocia es un varapalo para el nacionalismo. Mientras tanto, todas las webs de información generalista daban toda clase de datos, comentarios y reacciones sobre el resultado de dicha consulta.
Los últimos resultados de los dos diarios líderes en España son muy preocupantes, o al menos deberían serlo para sus responsables, incluidos sus nuevos directores. "El País" registró en julio pasado un retroceso en difusión de nada menos que el 15% frente a julio del año pasado (Observatorio AEDE-Deloitte). Ha perdido en torno al 45% de su difusión desde el comienzo de la crisis, en el 2007. Sus ingresos por publicidad acusen aún mayor hundimiento, en torno al 50%. En lo que va de año hasta julio, sus ingresos por publicidad vuelven a caer otro 7%. Este es el balance hasta ahora para Antonio Caño, director desde febrero pasado. No ha resultado precisamente un revulsivo, sigue haciendo el mismo periodismo periclitado de la era industrial, con menos medios y menos talento.
Tampoco a Casimiro García Abadillo le va precisamente de cine. La difusión del diario a finales de julio retrocede el 12%. Pedro J. Ramírez debe reírse por lo bajo en su despacho, recordando a los que le achacaban el retroceso del diario. Casimiro ha cerrado hace pocos días el periódico digital "El Mundo de la Tarde", un producto que puso en marcha Pedro hace menos de un año. "El Mundo" muestra un único trofeo: su site es líder absoluto en Internet con 7,3 millones de usuarios únicos al mes, sobrepasando a "El País", que con todos sus esfuerzos y fichajes de estrellas, se queda en 6,7 millones. "El Confidencial" es el líder entre los nativos digitales, con 3,2 millones de visitantes y pisa los talones de "20minutos.es".
El diario líder de la información económica, por cierto, también sigue en caída libre sin enterarse de los "brotes verdes" de la economía y de la mejora de ingresos en la TV y la prensa regional y local. "Expansión" retrocede en difusión el 4,8% en los siete primeros meses del año. El segundo, "Cinco Días", cae el 8,4%. Y "El Economista" está en una difusión real de venta en quiosco en un estado verdaderamente marginal. La prensa diaria económica en España está cerca de completar el salto mortal: desde un solo diario muchos años, con corta tirada, a cinco diarios, siete cabeceras distintas en diversas fases, a un previsible regreso al punto de partida. Mientras tanto, invito a una tesis doctoral en Periodismo: los números rojos acumulados por los distintos intentos en estos 30 años de pirueta increíble y sin precedentes en el mundo.
El nativo digital "eldiario.es", dirigido por Ignacio Escolar, muestra la cara contraria: acaba de publicar con notable transparencia sus resultados en los primeros ocho meses, su segundo aniversario, con un beneficio de 162.000 euros. Sus lectores socios le han aportado la bonita cifra de 262.000 euros, sin la cual estarían en pérdidas. Su redacción le cuesta 442.000euros, que debe ser algo así como el 5% del coste de la redacción de los dos diarios en papel líderes. Empezaron con 12 periodistas y ahora son 29. En el foro de Nueva Economía el pasado miércoles, Ignacio dio un dato significativo: en los mercados avanzados, los lectores digitales de noticias sobrepasan a los lectores de papel en proporción de 9 a 1. Dijo que el periodismo impreso es el que está en crisis, no el periodismo escrito y auguró el triunfo del segundo. No estoy del todo de acuerdo, el periodismo de la era digital no será solo escrito, la imagen es básica en la nueva era. Los periodistas debemos reciclarnos para contar historias no solo con palabras, sino también con video, con infografía, con realidad aumentada, con 3D y todo lo que se invente. No basta con poner sujeto, verbo y complemento directo.
Los intentos de fusionar naves averiadas son salidas típicas de la era industrial. Primero deberían acelerar su muy atrasada transición digital, innovar de verdad, arriesgar. El mayor riesgo, mortal, es seguir como están. Con o sin fusiones.