El nuevo periodismo digital proletario

Según estimaciones del propio Gobierno de EEUU, hay en la actualidad unos 4,7 millones de personas que trabajan en torno al mundo digital como trabajadores autónomos con tarifas en torno a dos dólares la hora o poco más. Estos nuevos proletarios 2.0 sobreviven malamente en un verdadero nivel de pobreza, en un "Far West" en el que el cliente tiene todo el poder. Amazon tiene un espacio en el que se ofrecen minitrabajos por algo menos que minisalarios. Hay miles y miles de voluntarios para trabajar por una retribución muy común que va desde 50 centavos a algunos dólares la hora. Ellos se encargan de rellenar blog, escribir twitts, redactar notas, controlar cuentas corporativas, visionar videos para censurar imágenes, controlar comentarios, alimentar flujos de aplicaciones, controlar bases de datos, encargados de "buzz marketing", técnicos de postproducción, gestores de redes sociales, grafistas, especialistas de efectos de video, dibujantes, etc. A veces, además, el pago es en monedas virtuales, en vales para adquirir en las webs asociadas determinados artículos. Las ganancias solo se pueden emplear en comprar en la tienda del patrón. Como en tiempos del capitalismo salvaje, parece que hemos retrocedido un par de siglos. Cibercapitalismo de horca y cuchillo.

En Italia hay en torno a medio millón de proletarios 2.0. La revista "L'Espresso" dedicó en junio pasado una portada a los llamados "Proletari Digitali". A menudo el trabajo llamado colaborativo esconde un explotación consentida. CrowdFlower dice que tiene cinco millones de personas inscritas para minijobs en 280 países.

En España, con más de 20.000 periodistas en paro y otros amedrentados por sus editores medio arruinados, se da un caldo de cultivo perfecto. Los debates en torno a las indignantes tarifas que se ofrecen a periodistas por redactar noticias o blogs son abundantes en los grupos de Linkedin. Ofertas de 2,3 euros por post, 30 euros por 10 noticias de 300 a 500 palabras, 3 euros por 400 palabras, son moneda corriente. Profesionales que se ofrecen en webs de empleo por 5 o 10 euros hora son fáciles de encontrar. Las Asociaciones de Prensa o Colegios profesionales o sindicatos, pueden hacer poco, pero entonces, ¿para qué están?

La crisis y la creciente desigualdad parece que se dan la mano con las facilidades que ofrecen las nuevas tecnologías. Debemos luchar con toda energía y denunciar este pavoroso regreso a la caverna laboral. Inaceptable.