Cualquier persona con acceso a Internet pude publicar sus opiniones e incluso hacer sus
pinitos como "reportero local" en los blogs. No importa si esa persona tiene un título de Periodismo o si realmente está capacitado para hablar de los temas que aborda en la blogsfera. La conexión a Internet desde su portatil o dipositivo electrónico permite a los blogueros hablar de cualquier cosa.
Ante tal congregación de blogueros, ¿cómo se consigue reconocimiento y popularidad? Fácilmente. Los usuarios de los blogs a menudo se dedican a hacer
comentarios realmente escandalosos en los espacios de opinión de otros blogs o medios de comunicación, provocando una reacción entre el resto de lectores y reconduciendo el tráfico hacia sus propios sitos webs. Esta práctica ha llevado, en las últimas semanas, ha desarrollar en Internet
debates realmente crueles sobre los reporteros decapitados en Oriente Medio. Las críticas llevan a "justificar" su ejecución por meterse en zonas donde se desarrolla un conflicto armado, sin tener en cuenta que la figura del periodista de guerra es una de las más importantes de la profesión.
El bloguero ofrece su opinión, pero no debemos confundir su papel con el del periodista y es algo que los medios de comunicación deben tener en cuenta a la hora de desarrollar su negocio en la red. Las dificultades económicas del modelo de negocio digital no deben ser un impedimento para
emplear reporteros cualificados. El Hugffington Post comenzó el mes pasado una
campaña de "crowdsourcing" para recaudar 40.000 dólares para pagar su corresponsal en Misuri, una acción que reivindica la importancia del papel del corresponsal cualificado para los medios de comunicación, aunque estos sean exclusivamente online, y que a su vez se convierte en un manifiesto público de las dificultades que atraviesa la profesión en esta plataforma.