Unos quieren salir, otros entrar. Los caminos de Telefónica y América Móvil están condenados a cruzarse. Es que ambas empresas buscan el mismo destino: el cliente latinoamericano.
Telefónica finalmente llegó a un acuerdo con Vivendi por la operadora de banda ancha brasileña GVT, y expresó, en boca de su presidente, César Alierta, que no desea permanecer en el accionariado de Telecom Italia, con fuerte presencia en Brasil bajo el logo TIM Participacoes. Tampoco los españoles necesitan al socio italiano - cada día más molesto - para crecer en Brasil, sobre todo tras la compra de GVT, hecho que reforzaría su posición de líder. Pero, caminos que se cruzan, esta operación permite la entrada de América Movil en la operadora italiana, ya que la oferta de Telefónica por GVT, que asciende a 7.450 millones de euros, incluye como parte del pago la entrega a Vivendi de su participación minoritaria en Telecom Italia.
Así es cómo América Móvil, que ya descuenta la tajada de mercado que perderá en México, intenta consolidar su posición en Brasil apalancándose a una operación de Telefónica. ¿De qué manera? Quien responde es el director de Finanzas del la telco mexicana, Carlos García Moreno. El ejecutivo reveló que la compañía está en conversaciones con la brasileña Oi para hacer una oferta conjunta por el operador brasileño de telefonía móvil TIM Participacoes, palabras que hicieron disparar el precio de la acción de la operadora.
La buena acogida del mercado se debe a que el probable desembarco mexicano y brasileño en TIM provocará que ambas empresas ganaran mercado dividiendo los activos del segundo mayor operador de telefonía móvil de la nación.
Y si a las declaraciones de García Moreno le sumamos que en agosto pasado Oi comunicó la contratación del Banco BTG Pactual para que adquiera activos en su nombre y presentar una propuesta para la compra de acciones de TIM, vemos que ambas compañías hablan muy en serio. Telefónica les espera.