Google se suma a la carrera por conquistar el cielo de las ciudades. Según publica “The Atlantic”, los laboratorios de Google X están trabajando en uno de sus proyectos más ambiciosos, Project Wing, un programa drone secreto en el que llevan inmersos dos años.
El modelo que han diseñado es un híbrido entre un avión y un helicóptero, con aspecto de nave espacial. Despega verticalmente con ayuda de cuatro hélices y vuela en posición horizontal. El producto no está a la vista, sino que viaja en el interior del drone. Para realizar la entrega, el vehículo, en vez de tomar tierra, despliega una cuerda que baja el paquete a 10 metros por segundo (se ralentiza a 2 metros por segundo antes de llegar abajo). Una vez en el suelo, el kit electrónico, conocido como “huevo”, desengancha automáticamente el artículo y detecta si el envío ha llegado bien.
Mientras que Amazon ha reconocido que su objetivo es entregar a los clientes sus pedidos en media hora, Google pretende que sus drones atraviesen la ciudad en dos minutos. Según “The Verge”, en principio el proyecto del gigante de Internet fue concebido para entregar desfibriladores a personas que sufrieran ataques de corazón, pero tuvieron que rechazar la idea porque implicaría su integración en los servicios de emergencia. Aunque el servicio estará enfocado al envío comercial, estos vehículos tienen potencial para proporcionar ayuda humanitaria en zonas de difícil acceso, castigadas por la guerra o por desastres naturales, ya que no es necesario que el vehículo aterrice.
Mientras los gobiernos toman conciencia de las posibilidades que ofrecen estos vehículos, las grandes empresas tecnológicas siguen trabajando para resolver los problemas de seguridad que tanto parecen preocupar a los políticos. De momento, Google ha tenido que viajar hasta Australia para realizar los primeros vuelos experimentales, un país que cuenta con leyes más permisivas que las estadounidenses para usar esta nueva tecnología.