Canal + ingresó el año pasado 1.166 millones de euros, con un ebitda de 78 millones. El volumen de Prisa re reduce con esta venta a la mitad. La empresa registró unas pérdidas consolidadas de 649 millones el año pasado y su deuda al final del año estaba en 3.227 millones, con una carga financiera de 185 millones. En este año ya ha vendido una parte de Santillana por 72 millones y una parte de Mediaset por 121 millones, más los 725 millones si se logra la venta efectiva de Canal +. Podría vender también en breve el 13% restante de Mediaset. Con lo que le queda de Santillana, y "El País", que aún pierde dinero y lectores en papel a raudales, es del todo evidente que Prisa se queda totalmente fuera de la competición por el mercado de habla española, en la que un día tuvo una posición destacada. España se queda sin opciones en su mercado natural. No ha sabido aprovechar la enorme ventaja de un idioma que hablan cerca de 500 millones de personas, con entre 160 y 180 millones de internautas y la tasa de crecimiento digital entre las más altas del mundo.
El resto de los actores españoles de medios están a mucho distancia y en situación precaria. Para estar en el ranking de los 30 mayores grupos de medios en el mundo hay que facturar un mínimo de 3.360 millones de euros (los ingresos del número 30, según la última clasificación de ZenithOptimedia). La alemana Bertelsmann, por ejemplo, factura 10.554 millones. La española Atresmedia no llega a 830 millones y Vocento no alcanza los 530. Además, los tres primeros grupos de prensa españoles, Prisa, Unidad Editorial y Vocento, perdieron el año pasado 723 millones entre los tres. En unos pocos años, los principales diarios españoles han perdido más del 30% de sus lectores en papel y más del 50% de sus ingresos publicitarios. Han reaccionado despidiendo esencialmente periodistas y, como consecuencia, su retroceso de calidad es más que evidente. ¿Cómo es posible tan lamentable deriva?
La transición digital está muy retrasada en España, por grandes errores gerenciales y una falta de visión clara de los profesionales. No conozco ningún grupo de medios españoles importante cuyos ingresos digitales estén por encima del 10% de la facturación total, que es el baremo establecido internacionalmente para medir el estado de la imprescindible transición. Unidad Editorial está en torno al 9,5%. Prisa está por debajo de esa cifra, aunque ninguno hace público el dato, supongo que por vergüenza. Si tomamos los ingresos publicitarios de los diarios españoles en marzo, último dato conocido, solo 11 de los 47 millones de euros que ingresó el sector por publicidad vinieron por sus webs, están por tanto en el 23% en digital sobre los ingresos publicitarios, no sobre ingresos totales, que es el dato clave. Si nos comparamos con el horizonte global, vemos que, por ejemplo, el grupo alemán de medios Axel Springer acaba de anunciar que con los datos del primer trimestre, todos sus negocios están de media en el 52,8% de ingresos digitales sobre ingresos totales. En el caso del "Financial Times", por poner otro ejemplo, sus ingresos online son ahora el 63% de los ingresos totales. Han sacado la cabeza fuera del agua de la era analógica, industrial. Casi todos los grandes grupos de medios de los mercados avanzados que no han logrado aún estos niveles o mayores, han hecho planes para estar en más del 50% digital antes de dos o tres años como máximo. O saben que estarán muertos. ¿Cual son los planes de los grupos españoles al respecto, más allá de una mera declaración de intenciones de incluir la "transformación digital" entre otros varios ejes prioritarios de gestión?
Axel Springer se tomó muy en serio su transición digital: sus máximos directivos llegaron a la conclusión de que había que sacar a sus ejecutivos de lo que llamó "zona de confort". Sus 80 principales directivos hicieron un viaje a Silicon Valley en clase turista, se alojaron en un modesto hotel de tres estrellas, compartiendo habitación e incluso cama doble. Cumplieron un apretado programa de talleres y entrevistas, hicieron un informe sobre lo aprendido y se marcaron una serie de objetivos con unos plazos perentorios. El resultado es ese 52,8%.
Prisa ha despedido a 3.750 profesionales desde el comienzo de la crisis, el 25% de la plantilla. Pero el grupo aún contaba a 31 de diciembre pasado con 446 ejecutivos, según sus propios datos. Parece que en la prensa española ahora hay muchos periodistas multimedia muy atareados y demasiados ejecutivos (casi siempre los mismos) en "zona de confort". Y así nos va.