Los medios de comunicación están viviendo actualmente una situación insólita. Inmersos en plena transición digital, cada vez dirigen mayores esfuerzos a mejorar sus sitios web. Pero se da la circunstancia de que mientras los editores se apresuran a acelerar este proceso, la proliferación de dispositivos móviles está llevando a los usuarios a navegar desde ellos, abandonando progresivamente el ordenador de escritorio, informa “INMA”.
Por lo tanto, si como aseguran varios estudios, la audiencia de la telefonía móvil superará a la del pc en breve y los usuarios sólo pasan un 14% del tiempo en la web móvil (según datos de la compañía de análisis Flurry), con una clara tendencia a usar apps, los editores deberán cambiar el modelo de interacción de sus sitios web o los condenarán a la obsolescencia.
Mientras que los periódicos apenas han variado su diseño porque el nivel de satisfacción de sus lectores tradicionales es muy alto, las webs, pensadas para ser vistas en ordenadores, se han quedado anticuadas. Los sitios siguen basando su funcionamiento en ofrecer un montón de enlaces que redirigen a otras páginas. El punto de partida suele ser Google. Todo está organizado en torno al uso de un teclado, un ratón y una gran pantalla.
Ahora los nativos móviles se encuentran con sitios web ineficaces, cargados de contenidos que dificultan su carga en lugar de ofrecer una experiencia simplificada que tenga en cuenta las características especiales de cada dispositivo. En un mundo multipantalla cada vez menos dominado por el pc, los sitios web tendrán que cambiar y encontrar su lugar si quieren sobrevivir.
Algunos editores comienzan a ser conscientes de esta necesidad y están reconstruyendo sus páginas para que sean capaces de adaptarse a diferentes dispositivos y que la navegación sea óptima en todos ellos. Los experimentos pasan por probar diferentes longitudes de página o copiar el diseño de las aplicaciones.
Los periódicos, por el contrario, no han tenido que variar apenas su diseño, que ha alcanzado altas cotas de efectividad durante siglos. Las columnas, el tamaño de los titulares, los cambios en el tipo de letra, la jerarquía de noticias, el juego con los espacios en blanco y el color… Todos estos elementos varían en función del contenido y la intencionalidad del editor, pero es una fórmula que se viene repitiendo desde hace muchos años.
En cambio, los sitios web quedarán obsoletos con sólo un par de décadas de vida, si nadie lo remedia. Los periódicos están optimizados correctamente para contar historias de forma atractiva o el consumo de contenidos de fin de semana. Si este producto no ha cambiado mucho es en parte porque los lectores no quieren que cambie.
Ahora los editores tienen que descubrir cuál es el papel que deben jugar los sitios web para no perder ese público. Ofrecer una experiencia que les resulte cómoda y despierte su interés si no quieren que los cada vez menos numerosos títulos en papel puedan incluso vivir más años que los sitios web.
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