¿Cuál es la lectura de esta decisión? Para el experto argentino Enrique Carrier, se trata de una jugada a dos puntas. Por un lado, explica, apuntalar la creciente popularidad de Windows Phone, su plataforma para smartphones y por el otro, mantener los ingresos generados por las licencias de Windows para PC, “un negocio en retracción lenta pero constante, que le asegura todavía una interesante fuente de ingresos”, argumenta.
Según Carrier, ahora que está por quedarse con Nokia, empresa que representa el 80% de los smartphones con Windows Phone, no tiene lógica que los terceros paguen por usar WP cuando tienen Android disponible sin costo. “Y sin un Google compitiendo activamente en el hardware. Lo que más necesita hoy Microsoft es que la plataforma WP se popularice, no los ingresos directos de ésta”, sostiene.
“En este nuevo modelo, los ingresos vendrán de los servicios, como las herramientas de Office 360 (donde ya no se compra la licencia sino que se transforma en un abono mensual o anual), la plataforma de mensajería Skype, el servicio de almacenamiento OneDrive, el mail Outlook y otros actuales y futuros. Todos apuntando a transformar la mayor empresa de software en otra de servicios en la nube”, subraya el consultor.
A continuación precisa que a pesar de que el panorama está bastante claro, quedan dudas respecto de la elección de 9 pulgadas como límite para la gratuidad de Windows. “Este límite deja a las tablets más grandes y equipos convertibles fuera de los beneficios de un OS gratuito, lo que no ayudará mucho a la empresa en su lucha con Apple (y su iPad basado en iOS) y Android (que motoriza al resto de las tablets en el mercado). Evidentemente, Microsoft ve a las tablets en dos: las más pequeñas casi como phablets (con o sin conectividad celular) y las más grandes como una extensión del mercado de PC”, afirma, y enseguida destaca que lo relevante es que los primeros pasos en una transición desde el software como producto hacia el software como servicio están dados.
“Mientras tanto, se ordeña al máximo a la vaca lechera”, ilustra Carrier.