Larry Page, cofundador de Google, sorprendió a todos los asistentes a la conferencia TED en Vancouver al desvelar algunos de los proyectos en los que está trabajando su compañía. En una entrevista con el presentador de televisión Charlie Rose, Page imaginó un mundo interconectado en el que la tecnología estuviera más al servicio del hombre que nunca, incluso hasta el punto de que pudiera salvarle la vida.
Para comenzar, el CEO fue cuestionado sobre los motivos que llevaron a Google a adquirir la empresa británica de aprendizaje automático DeepMind. Page estaba muy interesado en entender cómo hacer que las máquinas fueran menos torpes y ya se encontraba trabajando en un proyecto de aprendizaje de máquinas, usando YouTube para “enseñar” al buscador a diferenciar un gato y lo localizara en los vídeos. De DeepMind le atrajo que esta compañía ha conseguido aumentar la inteligencia de los ordenadores, enseñándoles a jugar a juegos. “El sistema sólo ve píxeles y sin embargo ha aprendido a manejar todos estos juegos con un rendimiento sobrehumano”, asegura.
Uno de los puntos clave de la conversación giró en torno al derecho a la privacidad del que tanto se ha hablado a raíz de las revelaciones de Edward Snowden. Para Page, “es decepcionante que el gobierno hiciera esas cosas en secreto y no nos dijera nada al respecto”. “No es posible tener una democracia si tenemos que proteger a nuestros usuarios del gobierno. El gobierno ha hecho un daño tremendo y tiene que haber un debate al respecto”, añadió.
Google también se ha visto envuelto en esta polémica por la forma en que recopila datos de los usuarios, hasta el punto de encontrarse en plena guerra con los reguladores europeos por su política de privacidad. Pero Page asegura que Google quiere ser lo más transparente posible y que los usuarios conozcan en todo momento qué datos se están recogiendo sobre ellos, tales como el historial de búsqueda o su localización.
También quiere hacer entender a los usuarios que el intercambio de información con las personas adecuadas puede ser muy positivo. Concretamente, considera que poner a disposición de los investigadores expedientes médicos anónimos podría salvar 100.000 vidas al año. Él mismo compartió un problema personal en las cuerdas vocales y encontró a miles de personas que padecían los mismos síntomas y no estaban diagnosticadas.
Por último, Page abordó lo que él llama “ideas locas” de Google. Una de ellas es Google Loon, un proyecto que consiste en el uso de globos como alternativa para llevar Internet a las dos terceras partes de la población que aún no tienen acceso a la red. La construcción de una malla mundial de globos aerostáticos podría ser la solución al problema.
Otra de esas ideas locas se materializará en 2017, con el lanzamiento de coches automáticos. Ésta es una obsesión personal de Page desde los 18 años, que se le ocurrió cuando esperaba al autobús mientras nevaba. En su opinión, que los coches se condujeran de forma automática podría ayudar a salvar muchas vidas, ya que los accidentes de tráfico son una de las principales causas de muerte entre los menores de 34 años.
Para concluir, Page animó a las compañías a adoptar nuevas tecnologías, ya que una de las razones fundamentales del fracaso de las empresas es que no tienen visión de futuro. Incluso él mismo reconoce que se sentía culpable cuando trabajaba en el sistema operativo Android porque creía que era una pérdida de tiempo. “Fue una estupidez, era el futuro”, sentencia.