La utilización de stocks options como forma de atraer talento en la formación de start-ups queda eliminada tras la obligación de sumarlas a la base de cotización desde el primer euro (la antigua norma la metía en la cotización a partir de los 12.000 euros). Las empresas recién nacidas han utilizado tradicionalmente la fórmula de dar opciones sobre acciones a los empleados clave para atraer el talento necesario para desarrollar la empresa durante los primeros años.
La fórmula, habitualmente utilizada en Silicon Valley, se ha ido penalizando fiscalmente en España durante los últimos años, y los expertos en contratación han buscado alternativas. El abogado Carlos Guerrero aconseja sustituirla por las phantom shares, derechos económicos diferidos que dilata la fiscalidad al momento del cobro.
Las phanton shares (acciones fantasma o ficticias) son “como derechos económicos o pago de dividendos dados a los empleados, que carecen de la consideración de propietarios o titulares de acciones o participaciones sociales”, explica Carlos Guerrero. El derecho de estas acciones fantasma se limita en el tiempo según el plan acordado, los trabajadores nunca son propietarios de las mismas, y elimina la obligación de sumarlas a la base de cotización.
Las phantom shares también se utilizan cuando los emprendedores o socios de la start-up “quieren evitar la formación de un grupo de socios minoritarios, o carecen de acciones disponibles para fidelizar talento”, añade Carlos Guerrero.
La denominada ley del pago en especies, que afecta a todo tipo de pagos a través de vales de comidas, cheques gasolina o coche de empresa. Con ella, el Estado ingresará 1.000 millones de euros, solo una décima parte de lo que necesitará en 2014 para sostener el sistema de pensiones. El gobierno ha subido cada año un 5% la base de cotización máxima para preparar esta medida. Debe enfrentarse a la oleada de pensionistas del boom de la natalidad de los años 60 y primera mitad de los 70, la mayor de la historia. El déficit esperado para 2016 es de 36.000 millones de euros (3,5% PIB actual, aprox.) Europa exige medidas de sostenibilidad del sistema desde hace años, pero la eliminación del pago en especies apenas soluciona el agujero español.