Los datos hablan por sí solos. ComScore vaticina que el tráfico de Internet en dispositivos móviles superará al de los ordenadores este año. Además, IDC señala que la venta de tabletas se disparó en 2013 hasta llegar a 217 millones de unidades vendidas, lo que supone un incremento del 50’6% respecto a 2012.
Es evidente que ya se está fraguando una nueva revolución que tomará el relevo de la digital: la revolución móvil. Pero para un gran número de editores, muchos de los cuales aún se lamentan de una falta de decisión que les impidió realizar con éxito la transición digital, esta gran oportunidad que se presenta corre el riesgo de perderse de nuevo.
Jonny Kaldor, CEO de la compañía de software creadora de aplicaciones móviles del mismo nombre, Kaldor, señala en un artículo para “The Guardian” que la débil respuesta de los responsables de medios ante el aumento del consumo de Internet móvil recuerda a lo que le ocurrió a la industria de la música hace diez años.
En su opinión, los medios no están siendo lo suficientemente valientes para responder a los cambios en la manera en que se consume la información, que se produce cada vez en mayor medida desde dispositivos móviles.
Para el CEO, las claves del éxito para los medios pasan por adoptar tres medidas fundamentales. En primer lugar, ser conscientes de que el contenido ya no se difunde a través de una única plataforma. La multicanalidad ya es un hecho y para afrontar esta nueva realidad es imprescindible realizar una serie de cambios en el equipo editorial. Las habilidades que deben valorarse pasan por el manejo de programas como InDesign, pero también por conocer el lenguaje HTML y CSS.
En segundo lugar, los editores tienen que aumentar la frecuencia de publicación en la plataforma digital aunque se trate de una revista mensual impresa. Los consumidores demandan contenidos diarios y esta circunstancia puede beneficiar al negocio. Además de mejorar la experiencia del usuario permitiendo una participación más continuada, también se abren nuevas oportunidades publicitarias.
Por último, es necesario explotar todas las posibilidades que ofrecen los dispositivos móviles. Gracias al desarrollo de las aplicaciones, se pueden ofrecer servicios personalizados que se adapten a los lectores de una forma que nunca podrá conseguir la edición impresa.
No se trata de que los editores ofrezcan réplicas en PDF de la edición tradicional para las versiones móviles. Estamos ante un reto mucho mayor: ser capaces de reinventar el producto empezando de cero. Innovar, ser audaces y enfrentarse con valentía a la inminente revolución móvil.
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