Ollanta Humala pintaba para chavista pero terminó alineado junto a la izquierda moderna y progresista de América Latina. De ahí que a primera vista llame la atención su ataque a un medio de comunicación, costumbre que los mandatarios bolivarianos llevan en su ADN. Pero lo cierto es que la primera voz que se alzó contra la posición al parecer hegemónica del Grupo Comercio provino del escritor peruano Mario Vargas Llosa, un reconocido luchador por la libertad de expresión en la región. El Nobel de Literatura, como luego lo hiciera el mandatario peruano, aseguró que este hecho podría afectar la democracia.
En concreto, Humala calificó como una vergüenza que “un grupo sea dueño de los medios de comunicación” y advirtió del peligro que este hecho representa para la libertad de expresión.
''La libertad de expresión es un valor que no se puede monetarizar”, afirmó Humala, quien a renglón seguido añadió que no se puede hacer negocio con la libertad de expresión. “Nos costó vidas en todo el mundo su conquista, y ahora este grupo además de tener el pulpo de la televisión, los periódicos y las radios, tiene también empresas comerciales que licitan con el Estado", argumentó el mandatario.
Por su parte, Perú 21, una de las cabeceras del Grupo Comercio, arremetió contra las palabras de Humala destacando que las declaraciones del presidente provocó el rechazo de los partidos de oposición, e incluso de los aliados del oficialismo, que advirtieron de una amenaza contra la libertad de expresión. El ex presidente Alan García se sumó a las críticas, quien aseguró que el presidente se ubicó junto a Montesinos y los chavistas.