Hace casi cuatro años que Steve Jobs daba a conocer el primer iPad diseñado por Apple, un dispositivo entre el PC y el móvil que poco a poco fue ganando adeptos y una gran popularidad, y sumando nuevas propuestas de las principales compañías de la industria. Así, Amazon, Google, Samsung o Microsoft han dado lugar a sus propios modelos, ampliando sustancialmente la oferta y dando lugar a lo que algunos han comenzado a llamar la “era tablet”. No en vano, la cifra de ventas de este gadget ha superado con creces a la de ordenadores de mesa y portátiles y no son pocos los que creen que sustituirán a su hermano mayor para muchas funciones. Entre ellos se encuentra el CEO de Google, Eric Schmidt, quien señalaba en una conferencia organizada por la Asociación de Editores de Revistas de Estados Unidos que “los tablets son ahora más populares que los PCs” y que, por ello, el futuro de las revistas pasa por su adaptación a este tipo de soportes.
En esta línea, tal y como recoge Mashable, Schmidt recalcó las oportunidades de estos nuevos dispositivos para las revistas. “Hay muchísimas cosas que las editoriales pueden hacer con las revistas en formato tablet que no pueden hacer en el papel tradicional”, señalaba.
Además el responsable de gigante de Internet cree que el futuro irá más allá del modelo de tablet que conocemos actualmente. En su opinión, de aquí a cinco años surgirán dispositivos similares con nuevas aplicaciones de carácter inmersivo que permitirán ofrecer una experiencia interactiva única gracias a la utilización de datos como la geolocalización o de información personalizada procedente de las redes sociales. Estos avances serán muy positivos para la revistas no sólo a nivel de contenidos sino también en cuestiones publicitarias, ya que podrán lanzar campañas individualizadas con “más posibilidades de que los lectores hagan clics en ellas y también de que los anunciantes paguen más”, explicaba.
Respecto al futuro de los libros, Schmidt también cree que es necesaria una reinvención y que estos sólo sobrevivirán si optan por formatos más breves, capaces de atraer a un lector ávido de información pero en pequeñas píldoras. “Hay una gran cantidad de contenido para leer, pero el déficit de atención del usuario a la hora de leer ese contenido es aún mayor”, comentaba.