“El precio de las llamadas de móvil efectuadas dentro de la UE no podrá ser superior a 0,19 euros por minuto (más IVA). Al fijar los precios, las empresas podrán recuperar los costes que puedan justificarse objetivamente, pero desaparecerán los beneficios arbitrarios derivados de las llamadas realizadas dentro de la UE”, indica el comunicado emitido por las autoridades de Bruselas.
Para añadir la prohibición de “los cargos para las llamadas entrantes cuando se viaje por la UE”. El comunicado ofrece dos alternativas a los operadores: 1) ofrecer planes de teléfono que se apliquen en toda la Unión Europea («itinerancia como en casa»), cuyo precio se verá impulsado por la competencia nacional. 2) permitir que sus clientes puedan «disociar», es decir: optar por un proveedor de itinerancia distinto que ofrezca tarifas más baratas, sin necesidad de adquirir una nueva tarjeta SIM. Esta posibilidad se basa en el Reglamento sobre la itinerancia de 2012 que obliga a los operadores a efectuar en julio de 2014 reducciones del 67 % de los precios mayoristas aplicables a los datos.
Desaparecerán “los recargos en las llamadas internacionales en Europa”. En la actualidad, las empresas “tienden a cobrar un recargo por las llamadas efectuadas tanto con teléfonos fijos como móviles desde el país del consumidor a otros países de la UE”. La propuesta que se presenta hoy significa que las empresas “no podrán cobrar más por una llamada realizada con un teléfono fijo dentro de la UE que por una llamada nacional de larga distancia”.