Francisco Román, presidente de Vodafone España, ha cuantificado las cifras de la tercera mayor operación corporativa de la historia del sector, la salida de Vodafone de Verizon Wireless. Ha llamado la atención sobre el acuerdo de Telefónica y Yoigo para compartir redes de nueva generación, realizado a principios de agosto, denunciado por su empresa y por Orange ante las autoridades. Criticó un exceso de cargas públicas españolas a los operadores móviles de telecomunicaciones que es el mayor europeo, y que no tiene Telefónica como operador dominante en las infraestructuras fijas. Pidió una revisión de este escenario para favorecer las inversiones en infraestructuras en banda ancha, críticas porque abren un nuevo ciclo económico mundial.
A una pregunta del auditorio, Francisco Román, presidente de Vodafone España, ha detallado las cifras de la salida de su casa matriz de Verizon Wireless. El gigante estadounidense de los móviles ha cerrado pagar a Vodafone 130.000 millones de $ (98.000 millones de euros) por recomprar el 45% de sus acciones. La operación cierra 13 años “magníficos de colaboración en los que hemos obtenido 16.000 millones de euros de dividendo, y en los que Verizon ha multiplicado su tamaño por seis o siete”, ha indicado Román. La inyección económico permitirá a Vodafone retribuir directamente a sus accionistas de forma “importante, y fortalecer nuestro balance para abordar mejor el futuro mejor”. Román ha resaltado que la operadora dedicará a 6000 millones de libras al proyecto Spring para mejorar la calidad redes y servicios.
En su presentación, y refiriéndose a España, el presidente de Vodafone España habló de tecnología y de todas las chinas metidas en el zapato de su empresa. Nunca se corta, y Orange abundará, mañana, en los argumentos. Esta vez ha sido el acuerdo realizado entre Telefónica y Yoigo hace apenas un mes para compartir las redes de nueva generación. Lo tachó del “mayor grado de cooperación y coordinación entre competidores visto en España, que puede implicar un abuso de posición dominante”, y calificó de broma permitir a Yoigo usar unas infraestructuras conseguidas por ellos por mucho dinero y renuncias a parte del espectro en otra frecuencia. “¿Estas son las reglas del juego?”, preguntó, tras calificar de absurda una regulación excesivamente exigente en España con los operadores de móviles, que les penaliza económicamente y les sitúa en inferioridad de condiciones para competir con sus homólogos europeos. Pidió igualdad en todos los sentidos y, sobre todo, dado que las exigencias normativas españolas a los móviles por una dominancia de tres sobre más de 30 competidores no se trasladan a las comunicaciones fijas en las que –recordó- Telefónica es el único operador dominante. Pidió quitar esta carga normativa para competir y facilitar las cuantiosas inversiones que los operadores móviles están afrontando para llevar las redes de cuarta generación LTE a toda España, que ya han anunciado Vodafone, Orange y Yoigo.
Precisamente ayer, el ministro Soria daba el placet al acuerdo entre Telefónica y Yoigo, recordando que quienes deben velar por el cumplimiento de la competitividad son los organismos especializados en ella, con lo que se quitaba de encima un muerto puede convertirse en uno de los culebrones del final del verano. Bernardo Lorenzo, último presidente de la CMT (Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones) ha dicho hoy que lo están estudiando.