“La isla de los mosquitos” es el nombre elegido para el juego, que cuenta con aventureros que se encuentran en una isla desierta. Estos personajes van introduciendo conceptos asociados a la terapia cognitivo-conductual. Esto ayuda de forma indirecta a mejorar la comunicación entre los jóvenes y sus médicos, ya que les acompañan durante la exploración virtual.
Los desarrolladores del proyecto, David Coyle y Gavin Doherty, sostienen que “los pensamientos negativos se presentan en forma de mosquitos que pican a las personas”. La captura de estos insectos permite a los jóvenes hacer frente a situaciones difíciles.
La primera versión del juego fue lanzada en 2011, y más de 750 psiquiatras de Estados Unidos, Inglaterra e Irlanda lo han aprobado, afirmando que “la interacción basada en el juego se lleva a cabo sin el contacto visual tradicional, que es complicado para los adolescentes con trastornos mentales”.
Por ello, como recoge “Le monde” Coyle y Doherty planean embarcarse en nuevos proyectos de videojuegos que consigan ayudar, cada vez más, a tratar problemas relacionados con la salud mental.