Daños colaterales. No se trata del nombre de un nuevo juego virtual de acción, de esos que tan entusiasmados tienen a los niños que se pasan horas con las tabletas o teléfonos inteligentes. Daños colaterales define a las víctimas, impensables tiempo atrás, de la nueva era digital. Hablamos de los fabricantes de juguetes clásicos. Y de marcas como Mattel y Hasbro, que con sus cajas invaden los hogares de todo el mundo.
La semana pasada se conoció el balance trimestral de Mattel, y este mostró cifras poco edificantes. La mayor juguetera del planeta reportó una caída en las ventas de la línea Wheels de seis puntos porcentuales. Mucho peor le fue a una de sus principales competidoras, y segundo fabricante de juguetes de Estados Unidos: Hasbro cerró el trimestre con un descenso de 35% en el negocio de muñecos para niños. Hasbro tiene problemas y muy serios: lleva cayendo cinco trimestres consecutivos. Sus ganancias descendieron a 36,5 millones de dólares, lejos de los 43,4 millones logrados en el mismo lapso de 2012.
Los analistas sostienen que hoy los juguetes compiten con las tabletas y todo tipo de dispositivos móviles. El cambio del juguete convencional por el virtual se destaca más en los niños que en las chicas. “Las niñas aún tienen un elemento maternal y juegan con muñecas. Los niños están gravitando hacia los juegos electrónicos a una edad más temprana”, explica a Reuters el analista de MKM Partners, Eric Handler.
Mattel puede dar fe de ello. En el trimestre analizado (abril-junio) las ventas de su nueva muñeca estrella, American Girl, crecieron un 14%, dejando atrás a Barbie que sufrió una caída del 12% en las ventas por cuarto trimestre consecutivo. Da la impresión que a Barbie le hace más daño la edad que las tabletas. ¿O se trata de lo mismo?