Al conectar Aireal con un dispositivo, una péquela máquina de cinco bocinas lanza anillos de aire que permiten al usuario sentir los objetos sin necesidad de guantes ni gafas. El aparato crea botones para tocar el aire y puede incluso imitar el tacto del agua y la arena. Varios aparatos en una misma habitación pueden multiplicar la sensación, simulando una bandada de pájaros.
El sistema aún no es perfecto, ya que cada lanzamiento de burbujas de aire hace ruido. Además, se produce un retraso de tiempo, por lo que las interacciones se descuadran levemente. Pero los investigadores aseguran que están trabajando para corregir estos errores.
La demostración del sistema consiste en la proyección de una mariposa que revolotea alrededor del brazo del usuario. Poupyrev sostiene que la mayor complicación se encuentra en que los anillos sean constantes.
Se lleva experimentando con esta idea desde los años 50 pero nunca se había conseguido un dispositivo tan precioso como Aireal.
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