El comercio electrónico se beneficia de varias tendencias positivas, incluyendo el despliegue continuo de la banda ancha y las aplicaciones móviles, así como del auge de los smartphones. Esta proliferación de dispositivos móviles inteligentes con las comodidades que ofrecen podrá tener un profundo impacto negativo sobre el modelo de negocio de los minoristas tradicionales.
Las proyecciones para el crecimiento internacional por regiones de todo el mundo para el periodo 2010-2013 son las siguientes:
EE.UU.: De 165.000 millones de dólares a 235.000 millones, 12,4% de crecimiento
Europa: De 195.000 millones de dólares 283.000 un crecimiento del 13,2% Asia: Desde 155,7 millones de dólares a 323.000 millones, 27,5% de crecimiento
Resto del mundo: A partir de 55.000 millones a 121.000 millones, 29,7% de crecimiento
Global: De 572.000 millones de dólares a 963.000 una tasa del 19,4% de crecimiento
Como señala “Prabhjot Sood” las ventas a través de comercio electrónico están siendo impulsadas por la creciente clase media en todo el mundo, así como la facilitación de acceso a la banda ancha, la rapidez de esta y los servicios más seguros. Este tipo de transacciones permiten la comodidad de consumir sin salir de casa, pero el e-commerce aún debe enfrentarse a varios retos como los servicios de entrega de paquetería en algunos mercados y la amenaza de fraudes en línea.
Según coinciden dos nuevos pronósticos de Forrester Research, las ventas al por menor en línea, tanto en EE.UU como en Europa occidental, continuarán una trayectoria de crecimiento de dos dígitos en los próximos cinco años. Estas previsiones excluyen los servicios turísticos y financieros.
Estas cifras muestran que el mercado minorista en línea sigue muy fuerte. Por ello algunos buscan impulsar el crecimiento de este hábito con nuevos modelos de negocio, como las ventas flash y las compras en grupo, mientras que los minoristas más pequeños se ven perjudicados.