Keith ha formado durante varios años un ejército que ahora se encuentra listo para pasar al ataque. La revista aseguró que nadie había llegado a tal grado de poder en el ámbito de la inteligencia en Estados Unidos. Esto se debe a su libertad de decisión y al número de personas que tiene bajo su control, contando hasta con 14.000 cibersoldados. También es importante destacar la duración de su “reinado”; tomo las riendas de la NSA en 2005 y desde 2010 es director del Comando Cibernético de EE.UU.
La sede principal de la ciudad secreta de Alexander se encuentra en Fort Meade, Maryland, y cuenta con unos 50 edificios entre los que hay una estación de bomberos y otra de policía. Como bien informa el periodista James Bamford, esta situación se debe a que todos los deseos del director, apodado internamente el “Emperador”, se cumplen.
Keith y sus empleados no solo se dedican a luchar contra las amenazas cibernéticas supervisando y protegiendo los datos de los gobiernos y empresas americanos, sino que tienen poder para atacar a los enemigos de Estados Unidos. Mediante parones cibernéticos tienen los medios para destruir las infraestructuras de sus oponentes.
El director ha expresado su intención de retirarse en el 2014, pero de momento aún controla un enorme imperio y una posición única y autoritaria.