Los técnicos del Ministerio de Industria han observado que el grueso de las microPYME se limitan al simple recorte de costes en su lucha contra reloj para evitar el cierre. Es la crónica de una muerte anunciada. Utilizar la tecnología de la nube las reduce el gasto en informática a la simple compra de un ordenador, cualquier aplicación de contabilidad, comercial o de gestión para su negocio está en la nube en sitios que cobran en la modalidad de pago por uso. Pocas lo saben. Para aumentar las ventas deben abrir una web (es el mejor escaparate hasta de la peluquería de la esquina), y utilizar las herramientas informáticas para aumentar sus ventas. Hay muchas y van desde el ecommerce, que debe combinarse con la venta tradicional, a difusión con herramientas como cupones descuento o redes sociales.
Un ejemplo vivido. En la esquina de mi calle había un eterno bar casposo y medio vacío que dio un giro monumental al cambiar de manos. Las de un comercial en la cincuentena que tuvo el buen juicio de dejar a su hijo promover el bar entre los acontecimientos en la plaza de toros de Las Ventas (está a diez minutos andando) utilizando las redes sociales. A ninguno de los asistentes a tales eventos se le hubiera ocurrido jamás dejarse caer por un bar a trasmano y lejos de cualquier paso. “Para incrementar demanda hay que ser muy innovador en redes sociales y para bajar costes hay que utilizar las herramientas de cloud computing en pago por uso”, asegura un técnico de Industria que prefiere quedar en el anonimato.
La realidad es otra. En la primera edición el Congreso ePyme, de Fundetec, celebrado el pasado cinco de junio, las PYME españolas siguen demandando soluciones de coste razonable y resultados medibles a corto plazo. Con las herramientas informáticas del cloud computing no hay que hacer inversión inicial, solo se paga por uso. Las redes sociales son gratuitas, para usarlas con efectividad hay que conocerlas y poner a pensar como podemos ponerlas al servicio del negocio. Dejar todo en manos de informáticos queda para las vacas gordas que en España hemos olvidado. En la dura realidad cotidiana hay que volver al “hágalo usted mismo”, y para eso hace falta formación, que también lo pidieron las PYME.
Eso si hablamos de las PYME más pequeñas, las mycroPYME que están en el entorno de los diez empleados, son quienes tienen una economía más depauperada y están menos tecnificadas. En este colectivo, la penetración de Internet (conlleva tener un ordenador) está por debajo de todas las medias razonables, y esa ausencia anula el resto de las tecnologías. En el congreso de Fundetec, Antonio Ballester, presidente de la Comisión de Nuevas Tecnologías de la Confederación Española de Comercio habló de preocupación “por que el 50% de los comercios de menos de diez empleados ni siquiera tienen un ordenador”. Antonio Cimorra, director de Tecnologías de la Información y Estudios de la patronal del sector tecnológico, AMETIC, recordó en el mismo congresola necesidad de incentivar el uso de las TIC, y subrayó el papel de las asociaciones sectoriales como prescriptoras.
La situación de las que tienen de 9 a 250 empleados es otra, tienen un nivel aceptable de conectividad, utilizan el correo electrónico con sus clientes, algunas menos utilizan la factura electrónica y la administración electrónica. En un tercer estadío están las que tiene web, promocionan su negocio por Internet y realizan ecommerce (las que tienen productos adecuados a ello). Estas y otras herramientas están totalmente incorporadas en las empresas con más de 250 empleados.
Por sectores, los tecnológicamente más atrasados son construcción y servicios tradicionales como peluquería o bares. En el lado contrario están los hoteleros, “los clientes nos obligan a estar en Internet”, aseguró Álvaro Carrillo de Albornoz, director general del Instituto Tecnológico Hotelero, para añadir que “lo importante no es estar, sino saber si lo estamos haciendo bien. Estamos infrautilizando las TIC porque seguimos haciendo lo mismo de siempre. Es necesario que empecemos a innovar”. Queda dicho.