¿Por qué se plantearon la venta online?
Es un canal perfecto de comercialización de relojes que complementa la venta tradicional de las joyerías especializadas y los grandes almacenes. Dimos el paso a través de varias empresas de venta online interesadas en la comercialización de nuestras diferentes marcas relojeras.
¿Habrían terminado cerrando sin dar este paso?
La entrada en Internet para trabajar en la venta online era una evolución lógica para nuestra empresa. Siempre hemos alimentado las máximas aspiraciones: primero, ser líderes en el mercado español, después, ser reconocidos en los mercados exteriores. La renuncia a Internet hubiera ralentizado nuestra progresión, más si se considera que trabajamos con marcas relojeras muy jóvenes. No imaginamos un desarrollo sin la comercialización online.
¿Cuál ha sido la estrategia?
Nuestro desarrollo ha sido metódico. Dentro de nuestras colecciones relojeras hay piezas que se adaptan a la venta en retail y otras que funcionan en la comercialización online. La venta online era una etapa más en esa carrera, pero queríamos garantizar la protección de nuestros clientes clásicos que compran en las tiendas físicas. Lo hemos conseguido, ahora contamos con dos canales de venta bien diferenciados con clientes perfectamente reconocibles en uno y otro caso.
¿Qué aconsejaría a quien quiera vender online?
Diferenciarse. Todas nuestras piezas hacen gala de exclusividad, son inconfundibles. Hemos realizado una gran tarea de diseño organizado en varias colecciones temáticas que son muy apreciadas por los coleccionistas. Además cuidamos la fabricación para hacer un reloj preciso, fiable y exquisito a un precio muy competitivo.
¿A qué mercados llegan?
A toda Europa, es nuestro territorio natural. Nuestro éxito empezó en España, y ahora vivimos un fuerte tirón exterior. Los países del Este muestran un gran interés, tanto que nos hemos adentrado en el mercado ruso, y ya estamos finalizando piezas animadas con movimientos mecánicos de aquel país.
¿Están en las redes sociales?
Por supuesto. Hemos sido pioneros en Facebook y nos movemos en Twitter. Las redes sociales nos permiten contactar con los amantes de los relojes, presentándoles las novedades en primicia. También hemos protagonizado encuentros de bloguer@s en las últimas ediciones de Iberjoya y Madrid Joya, con resultados excelentes.
¿Hay un antes y un después de la venta online?
Sí, Internet nos ha permitido entrar en mercados casi inalcanzables con las soluciones tradicionales. Hemos ampliado claramente nuestro universo de clientes, y nos hemos implantado en el mercado exterior.
¿Cuáles han sido las claves del éxito?
La primera y más importante: la creación de relojes con historia, relojes con un contenido emocional muy importante que llega directamente al corazón. Para reflejar esos hechos históricos y esas fechas de leyenda hemos conformado un equipo de diseñadores españoles muy jóvenes y con gran creatividad que han realizado varias colecciones: Aviador, Toro Watch, ADN, Marines y Waldorf. El mundo de la relojería está animado por los coleccionistas, auténticos expertos que valoran la singularidad. Esos son nuestros clientes más fieles, y compran a través de todos los canales.