El fondo de inversión Berkshire, capitaneado por Warren Buffet, compró 63 periódicos de EEUU por 142 millones de dólares y el fenómeno se ha acelerado desde entonces. Halifax compró 16 periódicos regionales americanos por 143 millones. Y el “Tampa Tribune” se acaba de vender por tan solo nueve millones.
La vecina Francia es una adelantada: la casi totalidad de los más grandes grupos de prensa están controlados por el poder financiero e industrial. Hasta el irreverente e iconoclasta “Liberation” le debe la vida al barón Eduard de Rothschild. El ex periodista Jean Stern ha escrito un libro polémico (“Les patrons de la press national, tuos mouvais”): no solo pone en evidencia este hecho conocido sino que va más allá y afirma que al poder financiero le viene muy bien el abisal hundimiento de la cuenta de resultados de los medios, ya que con frecuencia les sirve para un brillante ejercicio de optimización fiscal. Arnault, el multimillonario dueño del Grupo LVMH, compró el influyente diario económico “Les Echos” en 2007 por 240 millones de euros. El periódico perdió 113 millones ese año, 38 en 2008, 37 en 2009, 39 en 2010…La amortización ya está hecha, por la vía de la reducción de impuestos a los cuantiosos beneficios del Grupo LVMH. Además, mantener esos medios en respiración artificial, con pérdidas crónicas, les permite tener bien embridadas a las redacciones, dóciles y sumisas a golpe de despidos por la “procedente” causa de los “números rojos”.
A este lado de los Pirineos, el endeudamiento con la banca de los grupos de medios es bastante abrumador. Tras el reciente acuerdo, el Santander, La Caixa y el HSBC, tendrán más del 20% del Grupo Prisa en 2014 y la familia Polanco tendrá tan solo el 16%. La Caixa manda el lo que queda del Grupo Z y ha financiado , junto con BBVA, Santander y Sabadell, nada menos que 1.000 millones a Planeta. En Unidad Editorial mandan las italianos de RCS, cuyo accionista destacado es Mediobanca. “Les jeux sont faits”.