Internet, amigo de los mayores

Jane E. Brody, autora del reportaje, apunta que las causas por las que los mayores no utilizan masivamente Internet son variadas y enumera algunas: falta de conciencia, miedo a los ordenadores y a los teléfonos inteligentes, problemas de visión, audición o cognición, problemas económicos, preocupaciones sobre la privacidad, limitadas opciones de aprendizaje… El artículo señala que los expertos están intentando eliminar estas trabas poco a poco mediante el trabajo de organismos especializados como el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento o el National Network of Libraries of Medicine.

“Los mayores deben subirse al carro tecnológico y convertirlo en una parte integral de su propia salud y de la prestación de los servicios sanitarios”, explica Sara J. Czaja, directora científica del Centro de Envejecimiento de la Universidad de medicina de Miami. “Muchos de ellos no ven la importancia de tener acceso a Internet, pero muchos servicios médicos están disponibles on-line”, añade.

Brody explica en su artículo que los mayores conectados digitalmente tienen la oportunidad de mejorar considerablemente las oportunidades para proteger su salud y bienestar mientras reducen sus costes. Czaja enumera algunas posibilidades actuales y futuras que les ofrece la Red:

-         Obtener más información acerca de sus problemas de salud y la mejor forma de tratarlos.

-         Mantener un registro electrónico de documentación médica ordenado y de fácil acceso.

-         Mejorar la salud emocional al permanecer socialmente conectado con amigos y familiares.

-         Comunicarse directamente con los médicos a través de email o Skype.

-         Tener a mano una base tecnológica que pueda enviar al médico información como la presión arterial o la frecuencia cardiaca.

-         Buscar y facilitar el acceso a especialistas médicos.

-         Buscar recetas y menús adaptados a los gustos o a los requerimientos nutricionales.

“Los adultos mayores a menudo se sienten avergonzados por su falta de familiaridad con los ordenadores y con Internet y tratan de ocultarlo. Pero hay muchos lugares donde pueden superar sus deficiencias tecnológicas y recibir clases gratuitas”, señala Michelle Eberle, de la National Network of Libraries of Medicine de Nueva Inglaterra.