“Es importante que antes de emitir cualquier juicio lo pongamos en relación con los principios fundacionales de nuestras publicaciones, su línea editorial o planteamiento informativo que se siga en cada caso”, añade la dirección en la nota. Pese a la notoria afición a Twitter de Pedro J. Ramírez, el director de El Mundo, los periodistas de Unidad Editorial se verán atados en las redes sociales. Los empleados tendrán que anteponer los intereses de la empresa para la que trabajan sobre su propia esfera personal en Facebook y otros social network.
Como en muchos medios de comunicación, los periodistas tienen prohibido "adelantar contenidos de las publicaciones de Unidad Editorial, mucho menos si son propios o exclusivos, a no ser que forme parte de una estrategia de comunicación pactada con la dirección editorial". La dirección reafirma también el principio periodístico del “rigor ante todo”, recordando que los redactores tendrán que evitar “aportar informaciones en las redes sociales que no estén completamente contrastadas, de igual manera que lo harían antes de publicarlo en su propio medio”. Además, los responsables de Unidad Editorial afirman en el comunicado que consideran “inapropiado entrar en debates estériles, responder a provocaciones o abundar en cuestiones personales”.
Estas consideraciones “en beneficio de la utilización responsable” de las redes sociales son, según la nota interna, “el paso previo a una regulación adecuada y al establecimiento de un código ético para el conjunto de los empleados de la compañía”. La dirección de la empresa justifica el establecimiento de estas normas explicando que “la ausencia de una regulación interna ha hecho que el uso de las redes sociales se haya extendido de forma espontánea en las redacciones de Unidad Editorial, sin objetivos convenientemente definidos y al margen de cualquier mecanismo de organización y control. Esta circunstancia provoca que las intervenciones de los profesionales en las redes sociales no vayan siempre en sintonía con los intereses de las publicaciones para las que trabajan”.
En Unidad Editorial estiman que “las redes sociales constituyen por su propia esencia una inmejorable herramienta de comunicación y de contacto con los ciudadanos”. Por ello, aseguran, “la incorporación a Twitter y Facebook de los periodistas integrados en las distintas redacciones del grupo es de capital importancia para potenciar la proyección de nuestras cabeceras y la divulgación de sus contenidos”.