Su presidente, el español Jesús Colina, explicó que actualmente están conectadas a Internet 2.000 millones de personas y que cada mes cerca de 55 millones de búsquedas en Google se refieren a Dios, 25 millones a Jesús, 37 millones a Iglesia y 17 millones a la palabra amor. "Para ofrecer respuestas profundas a estos temas nace Aleteia, red social para que los buscadores de la verdad puedan compartir y dialogar sobre temas de fe, vida y sociedad", subrayó.
El director de Aleteia afirmó que no son un "facebook católico" y tampoco pertenecen al Vaticano, aunque reconoció que cuentan con el patrocinio de los Consejos Pontificios para las Comunicaciones Sociales y para la Promoción de la Nueva Evangelización. La creación de Aleteia ha sido impulsada por el convencimiento de que la Iglesia Católica tiene adaptarse a los cambios, aprovechar la revolución digital y que necesita un medio de comunicación social mundial. "La revolución digital está cambiando el mundo y nosotros tenemos que hacer de forma que el anuncio del Evangelio se adapte a este nuevo contexto. Es indispensable que también la Iglesia se beneficie de la fuerza de Internet", ha explicado Colina.
Esta iniciativa cuenta con el respaldo de 1.041 instituciones y medios de comunicación cristianos de todo el mundo. Jesús Colina agregó que la red, además, ofrece a todos esos sitios una serie de servicios que van desde la creación de contenidos hasta la posibilidad de obtener beneficios económicos. Aleteia está actualmente disponible en seis idiomas (inglés, español, francés, italiano, portugués, árabe) y la red está coordinada por un equipo de 45 personas, repartidas por todo el mundo, entre redactores, traductores y expertos.
Las sedes operativas están en Roma, Washington y París. El grupo en español tendrá sedes en Roma, Barcelona y Valencia. Paralelamente a Aleteia han creado AdEthic, para recoger publicidad específica destinada a sitios católicos. La nueva red social dispone de un consejo editorial internacional formado, entre otros, por Rafael Navarro Valls, catedrático de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid y Padre Paolo Padrini, el desarrollador de la aplicación iBreviary, que permite “buscar textos sagrados en el iPhone”.
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