Los ingresos por anuncios impresos fueron aún más acusados: una disminución del 7,9%, de 5.200 millones a 4.800 millones. Por otra parte, las ediciones digitales crecen, pero tan poco que no compensan, ni de lejos, la caída del papel. En concreto, los ingresos por publicidad on-line aumentaron un 2,9%, de 803 millones a 827 millones.
Mediapost señala en su artículo que aunque la publicidad digital ha crecido, su aumento ha sido tan leve que se puede calificar de “decepcionante” si se tienen en cuenta las expectativas que tenían puestas en las ediciones on-line muchos editores. “La publicidad en línea sigue siendo una parte relativamente pequeña de los negocios de los diarios”, señala.
La caída general de la publicidad es aún más preocupante si se compara con las cifras de hace un lustro. Desde 2006, los ingresos de los medios por esta vía han caído en Estados Unidos un 54%.